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LunesCuando despierto sé que todo va mal, después de clase iré a la casa de la tía abuela Melody.
E ir allí significa alimentar a sus millones de gatos y hacer todo, así es todo. La tía abuela Melody no ordena su casa, no lava las vajillas, nada.
Tiene una ayudante pero creo que se dio por vencida, por eso tendré que ir esto no es un simple castigo.
Me levanto y voy a bañar, y en el baño se me ocurre la grandiosa idea de usar este castigo para mi beneficio.
Tal vez la tía abuela Melody sepa algo sobre papá, tal vez si me comporte bien cuando vaya a su casa, cosa que nunca hice ya que siempre la hacía enojar para divertirme, me diga cuanto sabe.
Se trata de confianza y la tendré, para encontrar a papá.
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Cuando llego a la escuela Montserrat me recibe radiante y no es por la gran sonrisa que tiene plasmada en la cara, si no por su vestimenta.
Cuando digo nunca, es porque nunca la había visto venir así de hermosa en el colegio bueno casi a todos nos da igual nuestra apariencia en el colegio ya que venimos a estudiar y no a modelar y Montse era parte de nosotros...hasta hoy.
—Hola Montse.
Ella me abraza y luego gira frente mío.
—¿Qué tal me veo?
—Genial y me quedo corta, ¿Por qué tanta elegancia?
Ella sonríe y mira a los costados.
—Guillermo.
La comprensión me invade, comparto su felicidad aunque no del todo.
Guillermo esconde algo.
A primera hora tenemos Biología mi materia favorita, la profesora nos da algunos ejercicios para completar en grupo.
Montserrat y yo nos encontramos buscando respuestas cuando alguien toca mi hombro.
—Hola Venu, ¿Irás al quince de Janet?
Levanto la vista y veo a Sorey.
—Hola, no podré ir... estoy castigada.
Sorey me mira apenada y luego asiente.
—Bueno, en otra oportunidad.
Desvío la mirada y me detengo en una cabellera especial, tan sólo ayer mis dedos estaban tocando todos y cada uno de esos cabellos. Suaves cabellos.
Me asusto al percatarme que él también me estaba observando y en sus ojos hay una luz especial...¿Seré la causante de ello? ¿De ese brillo especial en sus ojos?
—Concéntrate —Susurra Montse y luego mira a la maestra.
También la miro y ella me mira.
—Que miedo...—Digo mientras sigo con la búsqueda de respuestas.
—Es tipa tiene algo personal contigo te das cuenta, ¿No?
Asiento.
Siempre fue así, desde el día en el que me presenté en su clase, el primer día en este colegio. Desde allí se la toma conmigo.
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Desde tu llegada
Teen FictionVenu Smith cayó enamorada ante su compañero de intercambio, pero lo descubrió muy tarde pues él debía regresar a su ciudad y seguir con su vida, tanto estudiantil como amorosa. El destino no los quiere ver separados y mediante secretos familiares s...