Desde tu llegada

~20~ |La tía abuela Melody

Guillermo sale de la cocina con el rostro sucio, me sonríe y su celular suena.

—Disculpa... —Otra vez me sonríe y sale de la casa.

¿Por qué lo sigo? Porque la expresión de su cara al mirar el teléfono es muy rara.

Como de conmoción y dolor.

¿Quién podría hacer sentir dolor a Guillermo?

—Bianca... lo nuestro ya es pasado.

Llego justo a tiempo, seguramente se trata de su ex pareja.

—No, espera... —Se queda callado un momento.

Desde donde estoy, que vendría siendo la puerta principal sólo puedo observar sus grandes hombros. Estos están tensados.

—¡¿Qué es lo que dices Bianca?!

Pego un salto y observo a la tía abuela Melody tras mío con una mano sobre mi hombro.

—Ti-tia Melody... ¿qué ocurre?
—Fuerzo una sonrisa dulce.

—No debemos espiar a otros mientras tienen una discusión, acompáñame a la sala —Da media vuelta y luego vuelve a mirarme.— No te preocupes, no le diré que estabas escuchando a escondidas.

Oyéndolo así suena mal, pero en mi defensa necesito información del chico que le gusta a mí amiga.

Vamos a la sala ahora sala, ya que antes parecía un verdadero chiquero con montón de vomito por doquier al igual que envoltorios de comida.

—Siéntante y cuéntame el motivo del que estés espiando la conversación de Guillermo. 

Frunzo los labios mientras pienso.

¿Debo contarle que sospecho de Guillermo? ¿Que me parece que tiene un pasado que todavía no supera? ¿Que quiere utilizar a mi amiga?

—Guillermo está saliendo con mi amiga, creo que quiere jugar con ella no confío en él.

La tía abuela Melody frunce el ceño.

—Pero si él tiene esposa e incluso una hija.

<•>

—Es importante Montse, tenemos que vernos.

—¿En serio es tan importante?

—Sino no te estaría llamando.

—¿Y no puedes contarme en el colegio?

Su terquedad me desespera así que dejo salir todo de una vez.

—Guillermo está casado y tiene una hija, lo averigüé hoy.

Primero pienso que está impactada y por eso no responde, luego alejo el celular y veo que cortó la llamada.

Rayos, esto no terminará bien.

Observo mi registro de llamadas y veo un número desconocido, cuando Guillermo me había llamado en la fiesta.

—Guillermo, ¿qué pretendes con Montserrat?

—¿A qué se debe tu pregunta?

—A que sé que tienes una esposa e hijos.

—¿C-cómo lo...sabes?

—Me lo contó mi tía.

Escucho un murmullo.

—¿Le contaste?

—Por supuesto.

—Crees que ella vendrá a pedir explicación.

—Es en lo único que puedo pensar.

—Está bien, gracias Venu.

—No la lastimes y sólo dile la verdad, ¿ok?

—No te preocupes, no le haré daño.

Corto la llamada y muchas preguntas invaden mi cabeza.

—¿Qué tal en la casa de la tía Melody?

Giro y veo a mamá entrando en la casa.

—Todo bien, no estaba tan sucia la casa.

Mamá deja bolso y llaves sobre la mesita al lado de la puerta y viene al lado mío.

—Quiero pedirte disculpas por mi comportamiento, pude haber sido muy dura y un poco impulsiva pero es por tu bien, me entiendes, ¿no?

—Sí entiendo, no te preocupes.

Mamá me abraza y cierro los ojos, necesitaba uno de sus abrazos.

—Y también quiero que te comportes bien con Carlos.

—Mamá... —Suspiro y ruedo los ojos.
—No puedes estar hablando conmigo sin mencionar a ese viejo.

—No le digas...

—No nada, trata de estar más tiempo conmigo y dejar de hablarme de él ya lo tengo que soportar en el colegio, ¿también aquí? No.

Mamá me observa callada mientras me levanto.

—Llámame para cenar.

Subo a mi habitación.

Me pongo de malas cuando el nombre Carlos sale así sin más y eso es en la mayoría de los casos. Hablar con mamá significa escuchar por horas lo maravilloso que puede llegar a ser Carlos.

Lo detesto.

—Venu, ya está lista la cena.

La voz de mamá hace que salga de mi ensimismamiento y baje a cenar. Una vez abajo me siento junto a ella que se encuentra observando la televisión.

—Mamá...perdón por lo de hace rato no me es fácil lo de Carlos todavía quiero que comprendas.

—Lo sé, también es injusto que te hable todo el tiempo de él ya lo tienes que soportar en el colegio.

Nos reímos y siento una paz interior. 

No me gusta estar peleada con mamá, siempre me quedo mal después de una pelea con ella.

Disfruto este momento y la abrazo.

—Te quiero mamá.

—Y yo a ti Venu.

...
¡Nuevo capítulo! Espero que les guste y nos estaremos leyendo nuevamente, muchas gracias por el apoyo constante. 😁❤️