...
Martes
Verlo hace que lo piense.
"Hoy no será mi día"
Es como cuando te despiertas y lo ves, ese algo que predice tu día con tan solo verlo.
Cornelius mi gato que muchísimo tiempo antes del accidente había dejado de venir hace su triunfante reaparición.
Y con triunfante me refiero a eso, triunfante.
El muy descarado empieza a maullar en plena madrugada para que le abra la ventana de mi habitación, ¿Saben el dilema que es despertarse de por sí de madrugada y más aún cuando es para una estupidez? No es una estupidez para mí la reaparición de Cornelius, me alegró tanto que me olvidé del enojo que ocasionó su lamentable canción para que le abra la dichosa ventana.
Ahí está lo estúpido, la ventana estaba abierta y él lo sabía. Lo hizo para levantarme y tener el placer de observar mi alegría al verlo nuevamente.
El enojo duró un instante, luego dormí junto con él en mi cama hasta que sonó el despertador.
Cornelius deslizó su peluda cola por debajo de mi mentón y luego con su cabeza alzó mi brazo que yacía inmóvil al costado de la cama.
—Cuatro minutos más —Murmuré.
Y luego lo sentí.
Un pequeño dolor en el meñique.
—Cornelius hijo de... —Me incorporé abruptamente.
Miré con resentimiento a la bola de pelos.
—Serás...
Mi meñique estaba normal por suerte, pero seguía sintiendo sus dientes en mi piel.
—¡Te doy una cama para dormir y me pagas mordiéndome!
Cornelius se subió a la cama y se sentó en mi regazo.
—No me puedo enojar contigo, ya era hora de que vengas pensé que conseguiste una familia —Le acaricio la cabeza—. Pero ya veo que sigues siendo el mismo callejero de siempre.
Él ronronea.
No fue hasta que mamá estornudó que lo corroboré.
Este no será mi día.
—Venu, ¿Por qué razón, motivo o circunstancia tu sábana tiene tantos pelos gris? Pareciera que un gato vino a dormir contigo —Dijo mientras arreglaba mi cama.
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Desde tu llegada
Teen FictionVenu Smith cayó enamorada ante su compañero de intercambio, pero lo descubrió muy tarde pues él debía regresar a su ciudad y seguir con su vida, tanto estudiantil como amorosa. El destino no los quiere ver separados y mediante secretos familiares s...