~14~ |Jane

61 11 6
                                    

—Venu, ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo?

Jugueteo con mis dedos mientras fijo la mirada en la alfombra.

—Mamá estoy plenamente consciente de lo que digo y me haré cargo de absolutamente todo sólo quiero que la dejes quedar aquí.

Mamá se lo piensa mucho, luego de varios minutos decide hablar.

—Por supuesto que te harás cargo Venu, eso es certero y...la dejaré quedarse pero tendrá que buscar una casa, no porque se quede aquí significa que es su casa, ¿Entiendes?

Asiento un poco más segura, mamá no me mató eso es algo bueno.

—Bueno, ¿Qué esperas para presentarme a la huésped?

Asiento un poco muy entusiasmada porque todo salió bien, llamo a Yasmine.

Todo fue de maravillas increíblemente, algo bueno a este día tan horroso.

Yasmine ayuda a cocinar a mamá, resulta ser que es muy buena en eso y ahora se encuentran hablando sobre recetas secretas y cosas así mientras observo la televisión en la sala.

Mi celular empieza a vibrar.

—¿Venu?

—¿Sí?

—Al final, ¿Vendrás a la fiesta esta?

—Creo que sí, mamá aceptó lo de Yasmine muy bien creo que me dará permiso.

—Bueno, entonces estaré allí para las ocho y media más o menos, ¿Ok?

—Ok, te aviso si pasa algo inesperado.

<^>

Mamá aceptó con una amplia sonrisa el que salga a una fiesta, algo poco usual.

Está muy rara, además ni siquiera me reprendió por lo de su novio.

'Está enamorada'

Cierro los ojos mientras peino mi cabello bruscamente.

Odio eso, de pensar que tiene novio...de que se comporta como una puberta enamorada, lo odio, lo odio, lo odio.

Tocan la puerta de mi habitación en el momento en el que mi cabello se enreda con el peine.

—Vinieron a buscarte —Es Yasmine.

—Ya bajo.

¿Será que está enojada conmigo por no invitarla? No creo, debe saber que este bebé le cambiará completamente la vida.

Bajo de dos en dos los escalones, Montserrat me espera en la sala.

—Te ves radiante, se nota que pusiste esmero en arreglarte, ¿Eh?

Montserrat y su ironía.

Pues la verdad no me arreglé como ella, pero estoy presentable.

—Sería mucho mejor si ya nos vamos.

Nos despedimos de mamá y subo al auto de Montse en el asiento del copiloto.

—Dicen de que estarán chicos guapos, tal vez y hasta te enamores de alguno.

Ruedo los ojos, lo que menos quiero en estos momento es pensar en el amor, escucho esa palabra y Nielson aparece en mi mente con sus hermosos ojos mirándome como si fuera una obra de arte.

Desde tu llegadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora