~18~ |Partida

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Pestañeo varias veces para alejar las lagrimas mientras miro fijamente a Nielson.

—Bueno, creo que eso tendría que pasar tarde o temprano.

Empiezo a caminar pero él me detiene.

—Sí y para no complicar las cosas te he pedido lo de recién.

—Está bien.

—Venu... —Se detiene en el acto y suspira.— Nada es como parece.

Y eso colma mi paciencia.

—Nada es como parece está bien Nielson Garrison, ¡¿Nada es como parece?! Me dices que me amas y luego me entero de que tienes novia, la pasé muy mal y todo por culpa tuya y me dices que nada es como parece si nada es como parece entonces esto no es lo que parece.

Tomo su cara en mis manos.

Lo miro a los ojos, esos ojos suyos tan hermosos y...

Lo beso.

Sus manos toman mis hombros y me apartan de él.

Sus ojos están oscuros, ya sea por el deseo o por el enojo creo que por lo segundo. Nos miramos y entonces...

Él me besa.

Siento una explosión cuando unimos nuestros labios, él me atrae hacia sí con urgencia y yo me permito tocar su cabello y maldicion, es horriblemente vicioso y placentero hacerlo es tan suave como siempre imaginé.

Nos besamos como si hubiéramos nacido con ese propósito, es el beso más increíble que dí en toda mi vida y sólo puedo abrir los ojos y separarme de él.

—¿Por qué Nielson?

—Venu... —Sus ojos son tan hermosos, me hacen querer entrar en ellos y nunca más salir.— No debimos hacer eso.

Suelto una risa.

—Nada es lo que parece Nielson, ese beso sólo fue una despedida.

—¡Nielson!

—Será mejor que me vaya.

Entonces él vuelve a detenerme y sus manos se quedan envueltos en los míos, aprieta ligeramente y sus ojos viajan hacia donde provino la voz de su novia y antes de dejarme ir dice algo.

—No olvides que te amo, sólo a ti.

Nuestras miradas se vuelven a encontrar y siento como mi corazón da un vuelco y mi estómago se retuerce.

Abro la boca y él me vuelve a besar, es un beso corto, tan efímero como todo lo que acaba de pasar y se va corriendo.

Yo sólo puedo tratar de ocultar lo feliz que estoy yendo hacia mi bicicleta.

(^)

Al llegar a casa suspiro aliviada al percatarme de que mamá no está y solamente puedo pensar en lo vivido momentos antes.

Fueron demasiado cosas para ser real, necesito saber si esto no es un sueño.

La verdad es que mi plan dio resultado, ya que papá quedó en segundo plano y en todo lo que puedo pensar es en él.

Nielson.

Sus labios sabían a durazno, al instante siento como me ruborizo. No puedo creer que nos hayamos besado, ¡Nielson y yo!

Ese arrebato de valentía que tuve en ese momento no creo que vuelva a mí de nuevo, no.

Me tiro en el sofá mientras miro la televisión con una sonrisa tonta en mis labios, hasta que recuerdo a Jane.

Desde tu llegadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora