Capítulo 9 (temporada 3)

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El chico que me ayudaba a escapar se quedó tan perplejo como yo. Me indicó con el dedo que no hiciera ningún ruido y tiró de mi brazo para escondernos detrás de una pared llena de retales. Le miré con los ojos como platos, suplicando que nadie nos viera. Si uno de los hombres de ese viejo caprichoso nos veía, Dios sabe lo que haría con nosotros.

El sonido fue desapareciendo poco a poco y me sentí aliviada.

- ¿Cómo te llamas?

- ¿Ahora vamos a hacer las presentaciones? - me miró malhumorado.

- Sólo quiero saber cómo te llamas - me encogí de hombros.

- Llámame Ricky. 

- Yo soy _______.

Ricky me miró impaciente y me soltó el brazo.

- Ya sé quién eres - rodó los ojos.

Casi podía jurar que le conocía de algo pero no podía ubicar esa cara a ningún recuerdo reciente.

Ricky me pidió que le siguiera unos metros más por aquel oscuro pasillo que almacenaba maderas y muebles viejos y le obedecí. De nuevo un ruido empezó a alarmarme desde el otro lado de la puerta. Podía ver la salida pero no sabía si era demasiado arriesgado. Cuando decidí esconderme detrás de lo primero que escondí, la puerta se abrió y pude ver una sombra entrar. Me quedé inmóvil esperando que no se estropeara todo. Me temblaban las piernas y mi respiración agitada era fácil de escuchar. Apreté los labios suplicando salir de allí de una vez.

Esa sombra cruzó la puerta y de la penumbra salió un rayo de sol que le iluminó suavemente la cara. Por fin pude verle la cara.

- ¡Luke! - exclamé sin gritar demasiado cuando le vi delante de mí.

Luke se quedó completamente helado antes de reaccionar, y cuando lo hizo me estrechó entre sus brazos. Besó suavemente mi frente y luego se puso firme otra vez.

- ¿Qué haces aquí? Qué susto, joder. ¿Estás bien? - toqueteó mi cara en busca de rasguños.

- Estoy bien - sonreí algo desganada.

- ¿Pero qué hacías aquí?

- Intentando escapar. Yo...

Me dio un inesperado beso en los labios que me sorprendió. Luego me acordé de Ricky por primera vez desde que había encontrado a Luke.

- En realidad él me ha ayudado - señalé a mi derecha.

Luke miró a mi derecha y torció la cabeza confuso.

- ¿Un montón de muebles asquerosos? - ironizó.

- No - negué algo risueña -, él - volví a señalar.

Cuando me volteé para buscarlo con la cabeza, no había ni rastro de ese chico de ojos oscuros que me había llevado hasta la salida. No sabía en qué momento se había ido pero no había podido ni darle las gracias por haberme sacado de esa habitación llena de goteras. Eso me entristeció e insistí en buscarle para darle las gracias, cuando recordé de lo que me había dicho hacía unos minutos: Luke no debía saber que él me había ayudado. No entendía el porqué, pero iba a hacerlo. 

- No importa - rectifiqué -. Estoy aquí, y no me ha pasado nada. Luke... el dinero, Calum.

- Eso es lo de menos. Tengo gente trabajando en eso, sólo quería venir a buscarte. Ahora voy a darle la lección más grande de su jodida vida. Ashton está fuera, va a llevarte a casa, ¿de acuerdo?

- ¡No! Vámonos, los dos - le cogí la mano -. No hagas nada.

- ______, tengo que hacerlo. Si no me respetan, van a hacer conmigo lo que quieran, y sobretodo contigo. Sólo quiero mantenerlos alejados de mí. No voy a cargarme a nadie - aclaró con una frialdad que me empalideció -. Sólo quiero que pague por lo que ha hecho, y me quiero encargar yo. 

Amnesia (Luke Hemmings y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora