Amnesia (Luke Hemmings y tú)

Capítulo 29

Luke no tardó en girarse y quedar igual de sorprendido a la vez de enfurecer. Toda su tez se oscureció mientras no encontraba como gesticular. Sus nudillos pasaron a un blanco y su cuello hervía de presión. Quedé totalmente inmovil sin valor a girarme mientras mantenía todo lo posible la compostura.

- ¿Qué cojones haces? Deja eso - Luke intentó no gritar demasiado para poner en peligro la situación.

- Luke ayudame - gemí asustada, sin saber quién era.

- ¿Y ahora cómo se soluciona eso? - vociferó una voz peculiar que en seguida me hizo pensar.

- O...Oscar por favor - supliqué sin moverme.

Todo aquello parecía sacado de una novela policíaca. Era surrealista lo que estaba ocurriendo. Notaba aquella mierda metálica clavarse cada vez más en mi cabeza hasta que no pude evitar soltar un gemido de dolor que Luke escuchó en seguida.

Pasó un pie por delante, pero Oscar alzó la mano, sin quitar esa sonrisa que tenía en los labios.

- Un paso más y la mato - rió ampliamente -. Joder, siempre había querido decir algo así - volvió a carcajear mientras en mi cuerpo se mezclaba un sentimiento de rabia y miedo a la vez que no sabía como afrontar.

Un movimiento; podía morir. En otro momento no hubiera confiado en él, y no haría más que reírme porque era una simple broma de un loco transtornado, pero ahora mi vida estaba en juego. Ver a Luke sin nada que hacer aún me abatió más.

- ¿Qué coño quieres Oscar? - preguntó Luke, sin quitar la vista de encima.

- Es algo complicado de responder... - dijo con parsimonia mientras su dedo se acercaba a la palanca. 

No pude aguantar más, y aunque intenté por todas las vías posibles no llorar, una lágrima salió disparada, suplicando que todo eso acabara. Con una mirada rogué a Luke que me sacara de allí, pero él estaba tan atrapado como yo. No tenía más que las míseras llaves del coche encima, ni si quiera llevaba móvil, todo parecía ponerse en nuestra contra en cuestión de segundos.

- No llores cariño - Oscar bajó la pistola hasta mi barbilla y con ella me subió el mentón, para dar con ambas miradas de frente -. Estoy luchando por ti.

- Hijo de puta - Luke perdió los nervios, haciendo que la pistola esta vez se hincara en mi pecho.

- Dile a tu... - lo miró - novio, que controle esos ataques de ira, porque esto puede acabar muy, muy jodidamente mal _________.

- Me das asco - susurré antes de escupir en su cara.

Me empujó con rabia y caí dos pasos por detrás, picando con fuerza contra el suelo, pero ni si quiera noté el golpe. Luke intentó acercarse a mí, pero Oscar lo detuvo con su querida pistola.

- No la toques - amenazó, y Luke se apartó al momento.

- ¿Qué mierdas quieres Oscar? ¿Qué es lo que cojones quieres? Dimelo joder - Luke gritó ahora con furia, pero Oscar simplemente rió ante ello y paseó vagamente por la escena mientras pensaba lo que iba a decir.

- A ella - me señaló -. Pero está visto que no hay manera, así que he tenido que arreglarmelas.

- ¿Qué dices? - murmuré yo cabizbaja.

- Hola querida - una voz, demasiado familiar por desgracia, se coló entre una pequeña sombra que había a lo lejos, y de ella salió la última persona que deseaba ahora mismo.

- Mamá - tragué todos los sentimientos para soltar aquello.

- No has cambiado nada. Me recuerdas tanto a tu padre - prácticamente cantó esas palabras, mientras luciendo un ceñido vestido negro de los suyos, se iba acercando a mí.