Amnesia (Luke Hemmings y tú)

Capítulo 2 (temporada 2)

- Que susto - me volteé para ver a Mike en el salón mirándome fijamente.

- Pensaba que estarías con Abby - se quitó la chaqueta y se desabrochó los primeros botones de la camisa que llevaba.

- Estoy cansada - me encogí de hombros.

- Pues esto no ha hecho más que empezar - se fundió un momento por la puerta del comedor y volvió a aparecer con una enorme bolsa que miré unos segundos antes de alzar la ceja divertida.

Definitivamente, había echado de menos a mi hermano.

- Pizzas y película - me alargó la bolsa y saqué un par de cajas donde estaban las pizzas recién hechas.

Creo que ni recordaba la última vez que había comido una simple pizza, así que el olor me estremeció.

- ¿Te he dicho alguna vez cuanto amo la pizza? - murmuré encendiendo la tele mientras él apagaba las luces y colocaba las cosas en la mesa.

- Creo que sí - se sentó en el sofá y me miró unos instantes -. _________, ¿vas a contarme qué narices ha pasado este tiempo? Quería llamarte pero mamá dijo que querías desconectar de todo y te fuiste con ella.

- Hmm - asentí.

La cara me cambió al momento pero lo disimulé como pude, cogiendo un trozo de pizza que había en la mesa.

- ¿Porqué? - insistió.

- Simplemente me apetecía - negué con la cabeza sonriendo como pude.

- Joder - gruñó descontento sin darse por vencido.

Aún así, la conversación finalizó aquí. Toda la noche la dedicamos a recuperar algo del tiempo perdido este año. Mike bromeó toda la noche. Había madurado, aunque seguía siendo el mismo de siempre. Me alegraba verlo todo igual. No sabía cuando iba a decirle que me quería ir a la universidad pronto, cuando terminaran las vacaciones.

Al final de la película quedé adormilada, así que cerré los ojos y dejé caer la cabeza en el sofá.

- ¿Quieres que te lleve a la habitación? 

- No - reí levemente al ver que no había perdido esta costumbre -, estoy bien aquí.

- Está bien.

Cerró la luz y subió arriba. Fueron menos de treinta segundos los que tardé en dormirme. 

Por la mañana, las persianas mal cerradas apuntaron el sol fijamente a mis ojos, y me desperté con una mueca, totalmente traspuesta. Tuve una pesadilla algo rara, así que me levanté en seguida para desayunar algo y vestirme.

Me hice con un par de tostadas, zumo y me lo comí en silencio mientras Mike bajaba las escaleras.

- ¿Qué demonios haces despierta tan temprano? - bostezó ampliamente, alargando los brazos.

- No puedo dormir más - dije con la tostada en la boca -. ¿Y tú?

- Me has despertado - rió abriendo la nevera para coger algo de ella.

Después de desayunar subí a vestirme. Aún no había visto mi habitación hasta ahora, así que me quedé quieta mirándola fijamente unos segundos. Me acerqué a la mesa para verla de cerca. En ella había una foto de mi padre, un cuaderno completamente intacto y una foto que tenía con Luke. Mi estomago estalló al instante, revolviéndose, y me giré para ir al armario y coger algo de ropa.

Era verano. Concretamente había pasado un año y dos meses, así que quedaba algo menos de un mes de vacaciones, y tenía que aprovecharlo. 

Cerrando la puerta de la habitación, cogí el teléfono de la universidad y llamé insegura.