Capítulo 14

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Siguió examinando cada parte de la hematoma con soltura, como si estuviera muy acostumbrado a estas cosas.

Me paré a pensar unos segundos. Me estaba dando cuenta de que eso ya no me asustaba de la manera en que lo hacía antes. Incluso lo veía lógico. Esas cosas, en un mundo como aquél eran sumamente típicas, y una vida valía menos que una mínima cantidad de dinero. Ni si quiera Ashton me asustaba, y debía admitir que el primer día pensé que era un criminal suelto.

- Las heridas internas tardarán un poco más per...

La puerta se abrió y la figura de Luke apareció para quedarse allí quieto. Ashton no dijo nada, Luke tampoco, y yo aún menos. Fueron unos segundos tan largos como horas, en las que Luke me clavó su mirada intensa, y yo la resistía.

Finalmente Ashton decidió levantarse y se fue, a la cocina supuse. Pasé la lengua por mis labios, intentando no gesticular mucho por el escozor de la cara.

- Yo... - empezó a decir mientras se acercaba a mí.

Antes de terminar la frase se acomodó a mi lado en el sofá. Inconscientemente hundí levemente la cara en su pecho, mientras intentaba por todos los medios que mis lágrimas no consumieran el momento. Luke sin embargo no dijo nada, simplemente se quedó acariciando mi pelo por un rato, mientras de vez en cuando besaba mi cabeza con suavidad.

- Luke... - dejé casi ir en un suspiro mientras buscaba fuerzas para empezar lo que quería decirle.

- No hables ______ - me calló con una caricia en el pelo - ya habrá tiempo de hablar de eso. Ahora necesito que te quedes a mi lado, por un momento pensé que te había perdido.

Mientras dijo esa frase, sus dedos se tensaron bajo mi piel, e interiormente sentí la enorme necesidad de plantarle un beso.

Incorporándome poco a poco, puse mi pelo detrás de mi oreja mientras me quedaba mirándole completamente atontada. Tenía la cara cubierta de polvo, pero ni un solo rasguño. Desvié la mirada hasta sus labios y él hizo lo mismo mientras pellizcaba su piercing negro con los dientes.

Me acerqué lentamente, apesar de las ansias que tenía por sentir sus labios sobre los míos. Vi como dibujaba en sus labios una sonrisa, que me sorprendió. Devolviéndole la sonrisa, junté mis labios con los suyos.

Automáticamente mi cuerpo se relajó a pesar de todo. Sentir sus labios era algo que costaba describir. 

Capturó mi labio inferior con los dientes y lo pellizcó levemente. Bajando por el cuello, fue dejando en él pequeños besos. Volvió a recorrer el camino hasta mi boca y allí volvió a besarme, esta vez más intensamente que antes. 

Sus manos envolvían mi cuello, y me cogía la mandíbula como si en algún momento fuera a irme.

Ni si quiera podía notar las magulladuras, su efecto era mucho más grande que cualquier cosa. Sus dedos iban acariciando mi barbilla mientras me besaba pausado. Y cuando ninguno de los dos tuvo más aire en los pulmones, nos separámos, quedándonos ambos callamos mientras nos mirábamos.

- Maldita sea, me gustas mucho ________.

Cuando dijo eso, consiguió que toda mi piel quedara erizada. Creo que no tenía suficiente cerebro para asimilar todo aquello. Después de todo, todas las palabras, las vivencias, su vida... yo le gustaba.

- Y tú a mí - susurré en una sonrisa - pero ya lo sabías.

Soltó una pequeña sonrisa antes de enredar sus dedos con los míos. Estar en aquel sofá, solos, sin nada que nos pudiera detener, era placentero. En estos días apenas habíamos tenido tiempo de actuar mínimamente normal. Y ahora, después de lo que acababa de suceder, estábamos tumbados en el sofá sin nada más que nosotros dos. -Y Ashton, que había desaparecido sin más-.

Amnesia (Luke Hemmings y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora