Amnesia (Luke Hemmings y tú)

Capítulo 29 (temporada 2)

- Qué - contesté malhumorado aún.

- Calum quiere hablar contigo - escupió alargándome su iPhone.

Temía por esa jodida llamada. Cualquier mierda podía salir de esa boca, una maldita mala notícia y yo me veía perdido sin _______.

- Qué ocurre - gemí frotándome la nuca - ¡di algo joder!

Antes de que contestara, le hice un par de señas a Ashton, indicando que me iba de ahí, y que él se encargaría del cuerpo. Asintió y corrí hacia mi coche, entrando con prisas. Saqué, nervioso, un cigarrillo para calmar toda la mierda que me mantenía inaccesible, pero no funcionó.

- Calum joder - absorví de ese cigarrillo - voy a partirle la cara a alguien.

- Tienes que venir - fue lo único que contestó.

Calum absolutamente siempre tenía una enorme cantidad de palabras en la boca y esta vez estaba siendo más raro de lo normal. La impotencia empezó a apoderarse de todo mi cuerpo y presioné con más fuera el pedal, alcanzándo los 170 kilómetros por hora.

- ¿Dónde estás? No la dejes sola, maldita sea - gruñí -. Dime en qué puto hospital está.

- Nada de eso Lucas, estoy en casa - dejó ir con su habitual tono oscuro.

- ¡Te dije que la llevaras al puto hospital! Calum ella está en peligro. Oh mierda.

- No pude hacerlo Luke - quedó callado - no podía dejarte ir a la cárcel.

Colgué, totalmente cegado de ira. No estaba atendida, ni si quiera por alguien. Podría complicarse todo más en cuestión de segundos. Calum no había hecho lo que le había mandado, y como ______... como ella dejara de respirar un estúpido segundo, Calum sería el siguiente, lo prometo.

Traté de acelerar un poco más, logrando hacer sonar a su máximo el coche. No podía pensar en nada, la impotencia no me dejaba pensar.

Jamás me había pasado eso. Siempre tenía algo que me hacía pensar, maldita sea. Pero esta vez mi cabeza no estaba aquí, se había perdido en el momento en que la dejé escapar por toda la mierda que nos separaba. Por mi culpa. Por mi puta culpa.

Llegué a casa poco después, y dejé las llaves puestas en el coche, saliendo en dirección a casa.

Entré a toda prisa.

- ¡Calum! - grité corriendo hacia todas las habitaciones, desesperado.

El salió de mi habitación, y me quedé mirándolo.

- Voy a matarte - le golpeé el pecho, empujándolo con furia hacia la pared.

Calum parecía no inmutarse, era como si todo fuera ajeno a él. Eso conseguía sacarme de mis casillas por completo.

- La estás dejando morir, tengo que llevarla a un hospital, ¡ahora! - le empujé aún más fuerte, haciendo que su espalda golpeara de manera sonora la pared. 

Le solté y entré en mi habitación. ______ estaba inconsciente, y su pulso era débil. Corrí hacia la cama y me senté como pude, cogiendo una de sus manos.

- Llamaré a un médico - negué con la cabeza antes de sacar el móvil - _____ - la miré a ella - vas a estar bien, te lo prometo... nena.

Me decidí a marcar un número pero Calum golpeó mi teléfono y éste estalló en dos pedazos contra la pared. Le miré antes de golpear otra de las paredes.

- Juro que voy a rebentarte esa cabeza - contesté de espaldas a él, antes de mirar a _____ nuevamente.

Su pecho crecía poco a poco, y disminuía al mismo ritmo, con irregularidad. Toda su piel había empalidecido, y sus labios tenían un morado pálido, casi imperceptible. No podía creer que por mi c ulpa ella estaba así ahora. No podía creer que había hundido a la persona que me había sacado del pozo a mí.