Amnesia (Luke Hemmings y tú)

Capítulo 16

Un golpe se extendió por toda la clase, Oscar clavó la vista al suelo al instante, y yo me quedé inmóvil también, ante la reacción que podía tener.

- ¿Qué cojones no entiendes de lo que te dice? - la voz de Luke sonó malditamente sexy y ronca, y me derrití en mí misma mientras procuraba parecer seria ante aquello - No me costaría hacerte eso a ti - sonrió.

- ¿Te piensas que soy tan estúpido, Hemmings? Claro que has hecho eso, como has hecho más veces, no es nuevo para mí, pero parece que sí para _____ - me señaló mientras me quedaba en el desconcierto.

- Deja de largar mierda de esta manera, nisiquiera sabes lo que dices - se acercó a Oscar.

Decidí que era mi turno si no quería empezar otra vez un número, del cual era experta últimamente. Me había convertido en algo parecido a un espectáculo, y lo que más odiaba era hacerme ver demasiado entre la gente.

- Oscar deja de hacer el estúpido - logré ponerme en medio de los dos, y Luke aprovechó para acercárme a él -, quiero que me dejes en paz o voy a tener que recurir a otro grado que no me gustaría. Luke, vámonos, no merece la pena perder tiempo en alguien así.

A mala gana conseguí llevarme a Luke de la clase, mientras Oscar prácticamente se había quedado quieto con los pies clavados al suelo.

- ¿Cómo cojones ha podido pensar eso, _______? - de repente espetó faltado de ganas.

Se le veía desanimado, como si esa acusación hubiera logrado hundirse en él.

- Porqué es idiota - contesté con una medio sonrisa.

- No quiero que piensen que te hago daño - siguió cabizbajo.

Empezaba a sorprenderme. Ver a Luke afligido de esa manera conseguía hacerme sentir mal a mí también, incluso quería culparme por ello.

- No lo piensan, sólo él. Además, ¿quien va a hacer caso a alguien tan desquiciado? - intenté que Luke no notara nada, que era una simple tontería.

- Está bien, ya me encargaré de él, tengo que pensar algo también - susurró mientras yo rodé los ojos ante su manera tan rápida de solucionar los problemas -. Ahora voy con los chicos de rugby, no tardaré. Si necesitas algo llámame.

Depositó en mi frente un beso y se alejó con agilidad por el pasillo hasta perderse por el fondo. Yo seguí el camino hasta la cafetería, donde Abby me esperaba en la puerta con mi café.

- Por fin - saboreé el café mientras nos sentábamos en una mesa de la cafetería.

- ¿Estás bien _____? - dijo sin más, así de repente.

No supe como reaccionar ante la pregunta. Claro que estaba bien, ¿a qué venía esto?

- No sé qué está pasando ________, y me preocupa. Sé que es tu vida, pero Hemmi...

- Alto bonita, sé por donde vas - la frené con los dedos en su boca -. Estoy perfectamente bien, y Luke no es realmente como lo conoces, es que...

- Sólo digo que últimamente estás ausente. Te quiero y no voy a obligarte a nada, pero _______ quiero que estés bien.

- Si quieres eso, simplemente dejame ser feliz a mí manera. Abby no tienes nada de que preocuparte, gracias de todos modos.

Estampé un sonoro beso en su frente mientras le dedicaba una amplia sonrisa. Entendía que estuviera preocupada. Desde que había conocido a Luke apenas pasaba tiempo con ella, y lo odiaba, pero la situación a veces no me dejaba. Echaba de menos pasar tiempo con Abby, hablar sobre todo lo que nos preocupaba, pero tampoco podía contarle nada sobre Luke a ella. Me estaba matando la culpabilidad al tener que mentir a tanta gente. Pero no quería que nadie saliera lastimado de nada.