Narras tú
–¡Emma!– abracé a la chica que corrió hacia mi al verme.
–¡_____! ¿Como estuvo tu día?– le sonreí.
–Llevo todo el día aquí, pero estuve leyendo el libro que me recomendaste– sonrió ampliamente y me soltó de su fuerte abrazo.
–¿Y qué tal?– su sonrisa era perfecta, tanto que me quedé mirándola micho tiempo –¿_____?– miré sus ojos.
–¿Qué ocurre?– simule que no pasaba nada y me senté en el sofá.
–Ammm– rió y camino hacia la calefacción –Te preguntaba si te gustó el libro– encendió la calefacción y no pude evitar reír.
–Emma, no hace frío– me miró con un puchero demasiado tierno.
–Sí hace frío, no me juzgues– reí y le hice espacio para que se sentara a mi lado.
–Está muy bueno el libro, la trama me gusta– lo tomó de la mesita.
–Wow, leíste bastante– me miró a los ojos y a los segundos desvió su vista.
Emma es mi amiga hace unos cuantos años, pero últimamente hemos pasado demasiado tiempo juntas y eso ha confundido a mis sentimientos, lo único que quiero aveces es abalanzarme hacia ella y robarle un beso, pero no quiero perder nuestra amistad, aunque me duela ser solo su amiga.
–¿Quieres comer algo?– asintió y quitó sus zapatos para estar más cómoda.
–Ya sabes que quiero– puse una cara pensativa.
–¿Cómo estas segura de que sí sé lo que quieres?– se rió.
–Porque me amas, eso es suficiente– tomó su libro y comenzó a leerlo.
Amarla...creo que de verdad la amo, y demasiado, pero ella no lo sabe...o bueno, si lo sabe, pero no en el sentido correcto. Fui a su cocina y saqué un pote de Nutella y unas cuantas fresas de la nevera, les saqué la hoja y las lavé. Las puse en un plato y volví a la sala sin antes tomar 2 tenedores.
–Tardaste mucho– dijo Emma con una sonrisa, ella siempre sonreía, y yo siempre sonreía cuando estaba con ella.
–Perdón mi Ama, no volverá a ocurrir– me senté a su lado escuchando su risa.
–Te bajaré el sueldo si vuelve a pasar– me sonreía demasiado, me acerqué un poco más a ella y le entregué el plato con fresas, dejé la Nutella a un lado y me quité el chaleco.
–Hace mucho calor aquí– me quejé y negó.
–Está bien así, tú eres la caliente– reí fuerte y negué nerviosa.
–Ya, olvidemos que convertiste esto en un sauna y comamos– abrí la Nutella y le entregué un tenedor.
–Gracias– besó mi mejilla provocando que me sonrojara.
–De nada– miré sus labios y luego sus ojos.
–_____....– carraspeó la garganta –Olvídalo– pinchó una fresa y la untó en la Nutella para luego llevarla a su boca.
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One shots -PEDIDOS-
Short StoryEn este libro pueden hacer sus pedidos, tienen la libertad total de escoger al artista y el tipo de one shot que desean.