One shots -PEDIDOS-

"Soy toda tuya" -LEXA KOM TRIKRU-Sin G!p - Tierno - Celos

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Narras tú

–¡No!– los hombres que me habían capturado me arrojaron a la celda y cuando intenté levantarme uno de estos me inmovilizó para que el otro pudiera poner una cadena en mi pie, así que me dejaron allí sin que pudiera hacer nada al respecto. Intenté sacar mi pie, pero al notar que sería imposible dejé de intentarlo para no hacerme daño.

Ya habían pasado unas cuatro horas y mi estómago rugía, llevaba más de un día sin comer algo consistente al estar escapando de los hombres que a pesar de mis intentos finalmente me atraparon.

Un fuerte golpe en el metal de la celda me sobresaltó interrumpiendo mis pensamientos, miré en aquella dirección y empujaron dentro a una chica, se veía asustada y noté que en sus manos tenía una bandeja con un paño, un poco de comida y agua.

Cerraron diciendo algo que no logré comprender, me levanté sin dejar de mirarla y a pesar de ser una prisionera le sonreí amablemente, era muy hermosa.

–Hola...¿Estás bien?– pregunté y ella no dijo nada, solo caminó hacia la esquina opuesta a mí, había un tronco allí y se sentó dejando la bandeja a un lado, sin mirarme en ningún momento, se veía muy nerviosa y jugaba con sus manos –¿No me entiendes?– lentamente guió su vista hacia mí. Me senté cruzando las piernas, apoyando mi mentón en mis manos.

–Hola...– dijo casi en un susurro.

–¿Estás bien?– repetí mi pregunta y asintió.

–¿Tú estás bien?– reí levemente.

–Estoy encadenada, llena de heridas, cansada, hambrienta y huelo mal...pero estoy viva, así que puede decirse que estoy bien– sonrió levemente –¿Por qué te trajeron conmigo?– tomó la bandeja y se acercó, la dejó a mi lado y se sentó.

–Me ordenaron que te curara– miró mis brazos –Ten– me dio un plato con comida, no pude reconocer qué era exactamente pero lo recibí enseguida.

–Entonces...– tragué la comida que estaba en mi boca –No me van a matar ¿Cierto?– me miró confundida –Digo, ¿Para qué curarme y alimentarme si me van a matar? Es un desperdicio– sonrió muy poco, casi no se notaba la curvatura en sus labios –Hubiera dejado que me atraparan antes– reí.

–Tienes razón– acercó sus manos a mi brazo –¿Puedo?– asentí y tocó mi piel, sus dedos eran muy suaves –Tengo que limpiar eso– sacó algo de su bolsillo, una pequeña botella de vidrio, vertió su contenido en el paño y lo pasó por las heridas que me había hecho al escapar.

Pasaron los minutos y terminé de comer, bebí un poco de agua y ella seguía curando mis heridas. El silencio era cómodo, pero decidí hablar.

–¿Dónde estamos?– me miró de reojo.

–En Polis– sonreí.

–¿En Polis? Wow, me gustaría ver la torre frente a mí– frunció su ceño dejando de mover sus manos.

–¿Conoces Polis?– preguntó extrañada.

–Sí...he visto fotos– su gesto demostraba que aún no entendía –Soy de Mount Weather...era– se alejó un poco de mí –No tienes que temerme, no soy como ellos– me miró sin gesticular, así que decidí seguir –Mi padre trabajaba en seguridad, me dejaba ver las cámaras que los observaban, pero nunca estuve de acuerdo con que raptaran a personas para hacer los tratamientos de sangre, lo rechacé cuando lo necesité– tomó mi brazo nuevamente.