–Uh, ¿Irá alguna de tus hermanas?– dije en un tono seductor y ella sonrió levemente, así que reí –Claro que iré, amor– respondí a la pregunta de mi novia sobre ir a cenar juntas.
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–Está bien– dijo algo desanimada.
–¿Ocurre algo, Lizzie?– negó.
–Me duele un poco la cabeza– la miré sin creerle, pero no dije nada.
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–¿Tomarás algo para el dolor?– negó nuevamente.
–Ya se me pasará, no te preocupes– se giró para que no pudiera ver su rostro –Tengo algo que hacer, te paso a buscar a las 6– asentí sonriendo.
–Te amo– miró a la cámara y una sonrisa apareció.
–También te amo– me cortó y me fui a bañar.
Unas horas más tarde estaba esperando en mi sofá, mi celular comenzó a sonar y emocionada fui hasta la puerta, la abrí y mi novia estaba allí con una flor en la mano.
–¡Lizzie!– ella rió y me incliné para besarla suavemente –Está muy linda– la recibí.
–La robé– reímos y me besó nuevamente –¿Vamos?– asentí tomando su mano –Te tengo una sorpresa– dijo antes de subirnos al auto y la miré.
–¿Qué sorpresa?– mordió su labio y luego sonrió.
–Conseguí que te dejen ir como mi acompañante al estudio de grabación...solo debes firmar demasiaaados papeles sobre confidencialidad– reímos.
–Claro que los firmaré, me muero por conocer a tus compañeros– la besé –Sobre todo a Kat– dije riendo y caminé hacia el lado contrario del auto para subirme.
Noté que estuvo más callada de lo normal durante el trayecto, solo me respondía con lo justo y necesario. Se estacionó fuera del bello restaurante y nos bajamos, cuando fui a tomar su mano se adelantó para ir a hablar con el encargado y la miré extrañada, pero decidí pensar que no notó que yo iba a tomar su mano.
