Narras tú
No podía ser tan idiota, había arruinado la relación más perfecta que he tenido y solo por una estupidez. Ahora mismo me encontraba en un bar tratando de olvidar todo lo que hice. Sabrina se había ido de viaje por el rodaje de una película y lo arruiné todo al engañarla con una de sus amigas, no le había tomado el peso a mis acciones hasta que hace 3 horas escuché la puerta abrirse y vi su rostro lleno de lágrimas. Nunca me había puesto a pensar cuanto la dañaría hasta que vi como su corazón se rompía frente a mi.
A mi parecer nunca fui una buena novia, pero ella había logrado enamorarme tanto como para hacer que cambie por ella, me hacía sentir bien con su hermosa voz y yo solo le pagué con sufrimiento. Debo disculparme. Aunque ella no me perdone. Aunque nunca me haya disculpado antes.
Decidí dejar de beber y fui a un cuarto de hotel, tenía mis cosas en casa de Sabrina y ella de seguro no quería verme.
Desperté a la mañana siguiente y me deprimió bastante el hecho de no tener su mensaje de buenos días, volví a la realidad y a lo mal que me sentía ahora mismo. Me levanté y fui al baño para darme una ducha corta, luego de eso me puse la misma ropa y bajé para tomar un taxi a casa de mi novia...espero que aún lo sea.
Le pagué a el conductor y me bajé, miré la puerta unos minutos preparándome mentalmente para hacer las cosas bien, siempre suelo hacerlas mal y esta vez necesito que ella me perdone. Me acerqué a la puerta y di 3 pequeños golpes. Pasaron unos segundos y Sabrina me abrió. Su pelo estaba desordenado, sus hermosos ojos azules y su nariz estaban de un color rojo y agaché la mirada.
–Tienes llaves– su voz era temblorosa –¿Por qué llamas a la puerta?– me había roto por completo en este momento.
–Quiero...Quiero que tú decidas esto, si me dejas pasar o me das un portazo en la cara– suspiré –No te obligaré a hablar conmigo– la miré y lucía bastante dolida. Se quedó en silencio por algunos segundos y dio un paso atrás abriendo la puerta –Gracias– entré y cerré la puerta se sentó en el sofá y me senté junto a ella, había un silencio bastante incómodo.
–Yo confiaba en ti– su voz estaba a punto de quebrarse –Confiaba como nunca confié en alguien– unas cuantas lágrimas cayeron por sus mejillas –¿Y me pagaste con esto?– me quedé sin habla, ella tenía razón.
–Yo...No sabía la gravedad de lo que hacía...No hasta que vi lo que cause en ti– estaba haciendo lo posible por no llorar.
–¿Sabes cómo me sentí en ese momento? ¿Sabes lo horrible que fue haber visto a la persona que amo con una de las que solía ser mi amiga?– su tono demostraba todo el dolor que ella sentía en consecuencia de mis actos.
–No me imagino el dolor que sientes ahora, mismo pero si puedo decirte que nunca antes había estado tan arrepentida de haber hecho algo...y he hecho bastantes cosas malas Sabrina– desvió su vista y cubrió su rostro comenzando a sollozar –Sabrina...– mi voz se quebró –Si quieres que me vaya y no vuelva a aparecer en tu vida...solo quiero que sepas que de verdad lo siento, no lo tomes como solo palabras que salen de mi boca, de verdad estoy arrepentida y quiero pedirte disculpas por lo que hice...No merezco que me perdones porque no soy suficiente para ti, pero si me perdonaras...te prometo que haría hasta lo imposible por ser alguien que merezcas– limpie mis lágrimas y besé su mejilla levantándome de el sofá –Eres la mejor novia que pude haber tenido...no sabes cuanto lamento haberte perdido...Nunca quise hacerte daño Am...Sabrina... Perdón– las lágrimas corrían por mis mejillas y ella seguía sollozando, decidí irme, ella debe tener mucho en que pensar.
Caminé lentamente teniendo la esperanza de que me llamara pero no ocurrió, salí cerrando la puerta despacio y me senté en las escaleras de la entrada, no pude aguantar más y me derrumbé, mis lágrimas corrían por mi rostro y soltaba fuertes sollozos, había perdido a la chica que amaba y no la podría recuperar. Limpie mis lágrimas con mi suéter y escuché un paso detrás de mi, giré mi cabeza y ahí estaba ella.
–Te perdono– de seguro era mi imaginación, tallé mis ojos y ella seguía allí –Te perdono, porque te amo demasiado como para dejar todo a la primera– me levanté rápidamente y me quedé mirando sus ojos por unos segundos –Pero te prometo, que no tendrás más oportunidades, esta será la última– asentí y fui a abrazarla, no pude evitar comenzar a llorar en su hombro.
–Eres magnifica– escondí mi cabeza en su cuello –Te prometo que haré hasta lo imposible por no volver a lastimarte– me alejó un poco de ella y tomó mi mentón.
–Más te vale, porque a la próxima no saldré a perdonarte, si no a patear tu trasero– reí y volví a abrazarla pero volvió a alejarme –No quiero un abrazo– mordió su labio y le di un suave beso que duró unos 10 segundos.
–Te amo– tomé sus manos y entrelacé nuestros dedos.
–Yo también te amo, pero que te perdone no significa que no esté enojada contigo, aún me duele bastante lo que hiciste– asentí besando su mejilla.
–Te trataré como la princesa que eres, no solo hasta que me perdones por completo, ahora será así siempre– sonreímos.
–Tu princesa tiene el estómago vacío– reí y fui a besarla pero interpuso su mano –Nada de besos– hice un puchero y dio un paso atrás.
–¿Qué quiere comer mi princesa? ¿Pizza?– asintió –Voy a pedir una– iba a sacar mi celular pero me lo impidió.
–Tu haces muy ricas pizzas– sonreí asintiendo.
–Ya entendí, estas actuando que me perdonas para que te haga una pizza, y cuando te la haga me echarás de la casa y tendré que vagar por ahí– se rió.
–Tengo muchas ganas de hacer eso, pero si te perdono de verdad tendré tus pizzas solo para mi– entramos en su casa y ella subió a su cuarto, me dijo que bajaba en unos minutos.
Fui a la cocina y saqué los ingredientes para prepararla, harina, agua, salsa de tomates, queso, pepperoni, etc. Ya estaba poniendo la masa en el horno y ella bajó, se había dado una ducha y cambiado de ropa. Tenía su guitarra con ella y se sentó encima de la mesa, la miré y me sonrió. Comenzó a tocar una linda melodía que acompañaba con su hermosa voz, yo tarareaba con ella al disfrutar de aquel "concierto privado".
Saqué la masa de el horno y puse la salsa de tomate, luego puse el queso y cuando iba a tomar el pepperoni ya casi no quedaban y la miré seria.
–Es que estaban ricos– rió y le sonreí poniendo los que quedaban, termine de colocar los ingredientes y la puse nuevamente en el horno.
–Extrañaba mucho tu voz...Te extrañaba demasiado– dije mirándola.
–Yo no debí abandonarte así, fueron casi tres meses...Acostumbras a verme todos los días y debió de afectarte mucho el ya ni tenerme contigo– suspiré.
–Me afectó demasiado, pero tampoco justifica lo que hice– miré el piso y con su mano la levantó.
–Lo que importa es que te di otra oportunidad, ¿Sabes por qué lo hice?– negué, en realidad no lo sabía.
–Porque fuiste capaz de decir "Lo siento" demostrándome que de verdad era así– sonreí ampliamente y la abracé, yo no merecía la merecía, pero su ella decidía seguir a mi lado debía hacer todo lo posible por no fallarle de nuevo.
Pasamos toda la tarde comiendo pizza, tocando su guitarra, comiendo golosinas y finalmente dimos un largo paseo por el hermoso paisaje que nos rodeaba, siempre está bien decir "Lo siento" cuando sabemos que cometimos un error.
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Estoy muy sad :,v
Traté de hacerlo lo menos sad posibleLas amo❤️❤️
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One shots -PEDIDOS-
Short StoryEn este libro pueden hacer sus pedidos, tienen la libertad total de escoger al artista y el tipo de one shot que desean.