Narras tú
–Buenos días amor– sonreí restregando mis ojos para mirar a la chica a mi lado.
–Buenos días– me abracé a ella y puse mi cabeza en su pecho.
–Hey no, tenemos que levantarnos– me quejé enterrando mi rostro en su cuello.
–No quiero– murmuré –Tengo mucho sueño– escuché su risa y sus manos acariciaron mi espalda
–¿Puedo hacer algo para quitarte el sueño?– sentí sus manos bajando por mi desnudo cuerpo hasta llegar a mi trasero y apretarlo levemente.
–¿Algo como qué?– pregunté curiosa retirando mi rostro de su cuello para mirarla y ella retiró una de sus manos de mi trasero.
–Algo como...esto– sentí agua cayendo sobre mi cabeza y me levanté rápidamente mientras ella reía –¿Ves? Funcionó– fruncí mi ceño y ella dejó el vaso en su mesa de noche. Suspiré y me giré para caminar hacia el baño –Hey– la escuché levantarse y seguirme –No te enojes– entró conmigo y la ignoré entrando a la ducha –_____...– dijo y la miré, no pude evitar reír y ella mordió su labio sonriendo.
–¿Quieres bañarte conmigo?– pregunté bajando mi vista a sus pechos.
–Claro que sí– entró conmigo y sentí sus manos en mi cintura junto a sus besos en mi cuello. Abrí el agua caliente pero estiró su mano y la detuvo enseguida y la miré extrañada –No quiero ahogarme mientras hago esto– se agachó frente a mí y afirmó mis piernas –Ábrelas– me ordenó y lo hice de inmediato –Será mejor que te afirmes– sonreí apoyando mis manos en las paredes al sentir su lengua sobre mis pliegues.
Introdujo uno de sus dedos mientras su lengua recorría el exterior, a los pocos minutos añadió otro y llevé una mano a su cabeza para presionarla contra mí.
Terminamos de ducharnos treinta minutos más tarde debido a ciertas distracciones y nos vestimos rápido, ya que llegaríamos tarde al set de rodaje de Supergirl, al cual mi novia me llevaría por primera vez.
–¿Donde está el cepillo?– dijo Melissa mientras levantaba las cosas con la toalla enrollada en su cuerpo.
–¿En el mueble donde siempre lo dejamos?– miró hacia allí y rió.
–¿Qué haría yo sin ti?– dijo tomándolo para desenredar su mojado cabello.
–Llegarías temprano– reímos y quité la toalla para comenzar a vestirme.
–¿Por qué te desnudas frente a mí? Sabes que no puedo resistirme– reí sintiendo sus manos abrazándome.
–Quita tus pervertidas manos de mí, quiero vestirme– mordió mi hombro y sonreí.
–Solo una vez– susurró en mi oído.
–Sabes que una se convierte en cinco– reímos y usé mis manos para separarla de mí.
–Ya, vístete– hizo un puchero y quité mi vista de ella para comenzar a vestirme. Veinte minutos más tarde ya estábamos listas y fuimos a nuestro auto.
–¿Segura de que no quieres?– dijo antes de cerrar la puerta con un tono pervertido.
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One shots -PEDIDOS-
ContoEn este libro pueden hacer sus pedidos, tienen la libertad total de escoger al artista y el tipo de one shot que desean.