Narras tú–Lisa– dije susurrando –Hey– la moví levemente y se quejó girándose para darme la espalda –Oye, ya es tarde, tenemos que levantarnos– con mi mano acomodé su cabello y dejé un beso en su hombro –¡Despierta!– me golpeó torpemente y reí.
–Déjame dormir– sonreí mordiendo suavemente su piel.
(Imaginen que no tiene la camiseta jajsjaja)
–Ya es tarde– no se movió y suspiré levantándome de la cama, me puse una camiseta y caminé hacia la cocina, tomé un vaso con agua, le puse algunos cubos de hielo y volví a la habitación –Si no te mueves tu trasero ahora te voy a tirar agua helada– dije intentando sonar seria, pero ella se acomodó comenzando a hacer twerk y comencé a reír –Son las once, ya dormimos bastante– dejé el vaso en un mueble, abrí las cortinas y me subí a la cama.
–Nunca es bastante– reí forcejeando con ella para quitarle las sábanas, dejándola desnuda sobre la cama.
–¿No vas a desayunar conmigo?– puso una almohada en su rostro para cubrirse de la luz y no pude evitar sonreír ante lo tierna que se veía. Tomé sus piernas y las separé para meterme entre ellas.
–¿Qué haces?– dijo mirándome enseguida y sonreí.
–¿Qué quieres que haga?– pregunté con un tono pervertido.
–Oh...– miró mis labios y subió su vista a mis ojos nuevamente –¿Sabes qué quiero?– relamió sus labios –Quiero que me dejes dormir– suspiré cuando volvió a cubrir su rostro y no pude aguantar la risa.
–Te salvas solo porque esto completamente enamorada de ti– pude escuchar una pequeña risa y me levanté para terminar de vestirme e ir a preparar el desayuno.
Unos veinte minutos más tarde puse las cosas en la bandeja para volver a la habitación. Sonreí al verla dormida de nuevo, pero luego suspiré al saber que tenía que despertarla de nuevo.
Dejé la bandeja en mi lado de la cama, caminé hacia el equipo de música que estaba sobre uno de los muebles y lo prendí, conecté mi celular y puse la playlist favorita de mi novia. Volví a la cama y la destapé, le quité la almohada y abrió sus ojos mirándome.
–El desayuno está listo– sonrió levemente y estiró su cuerpo.
–¿Puedo desayunar y seguir durmiendo?– reí asintiendo y no pude evitar llevar mi vista hacia su desnudo cuerpo –Cierra la boca, se te cae la baba– reí abrazándola.
–Podría hacer otra cosa muy interesante con mi boca– acaricié su cintura.
–¿Comer?– giré mis ojos y me separé de ella para sentarme en la cama.
–Camila no me hacía esto– dije en un susurro riendo y Lisa se sentó de inmediato mirándome.
–¿Qué dijiste?– la miré sin decir nada ante su ceño fruncido.
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One shots -PEDIDOS-
ContoEn este libro pueden hacer sus pedidos, tienen la libertad total de escoger al artista y el tipo de one shot que desean.