One shots -PEDIDOS-

"i love you"-BILLIE EILISH-__G!p

Narras tú

–Yo...mi nombre...me llamo...– Lauren se rió y me sonrojé más.

–_____ _____– dijo sonriendo y asentí.

–¿Lauren Jauregui me conoce?– se rió.

–Claro que te conozco, te admiro bastante– sonreí.

–Wow...creo que voy a desmayarme– dije murmurando.

–¿Me das tu número?– asentí y saqué mi celular para mostrárselo, ya que tenerla frente a mí no me permitía pensar bien –Te hablo luego, podríamos grabar algo juntas– sonreí asintiendo y apoyó su mano en mi hombro para inclinarse y besar mi mejilla.

La mujer se fue y escuché a alguien detrás de mí. Me giré y Billie estaba sonriéndome.

–Se te está cayendo la saliva, cierra la boca– levanté mis cejas.

–Mi am...– levantó su dedo.

–Cállate– asentí, notando enseguida que su enojo era real –Más te vale que no tengas una erección en este momento, porque te lo corto– reí.

–No tenía una, pero puede que ahora me esté poniendo dura por la forma tan sexy en la que me hablas– una pequeña sonrisa apareció en su rostro y dejo de mirarme para volver a su gesto serio.

–No me cambies el tema– dijo apuntándome con su dedo.

–Por favor, Lauren es mi ídolo, pero no quiero nada con ella...¿Te has visto en el espejo? Contigo sí se me para– se rió.

–Deja de ser así, quiero enojarme contigo– sonreí –No me sonrías...agh, vete a la mierda– reí y la tomé del cuello para besarla.

–No se enoje conmigo, si sabe que la quiero solo a usted– besé su mejilla –¿A qué hora es tu presentación?– dije mirando mi reloj.

–A las 9– sonreí.

–Faltan 25 minutos...– dije abrazándola por la cintura.

–¿Qué quieres hacer?– preguntó con un tono pervertido y suave.

–Quizás...visitar tu entrepierna con la mía– susurré y tomó mi corbata para jalarme cuando comenzó a caminar.

La seguí y entramos a un camarín. Miré confundida el lugar y ella se sentó en el sofá.

–¿Tu camarín no era el de al lad...– llevó sus manos a mi pantalón para bajarlo y cuando tomó mi miembro me callé.

Me sonrió y me miró directamente a los ojos para luego abrir su boca y meter el glande en esta.

–Dios...– comenzó a masturbarme para que me endureciera por completo y cuando ya estuve muy dura, me sacó de su boca y se levantó para ponerse en cuatro sobre el sofá.

Bajé su short junto a sus bragas y usé mis dedos para comprobar su humedad. Me agaché para llevar mi boca a sus pliegues y escupí allí para esparcir con mis dedos y llevar su humedad a su agujero.

Me posicioné tras ella y saqué un condón de mi bolsillo para ponérmelo rápidamente.

Me introduje de golpe en ella y la tomé de las caderas para penetrarla rápidamente.

–¡Ah!– sonreí y le di una nalgada. Levanté mi camisa para afirmarla con mis dientes y poder ver como entraba y salía de ella. Le di otra fuerte nalgada y acaricié su piel luego.

–¡Ah!– levanté mi vista ante el grito y luego escuché una risa –¿Qué hacen en mi camarín, adolescentes hormonales?– solté mi camisa y me sonrojé por completo mientras dejaba de moverme.