Narras tú
Acabo de bajar de el avión que me llevó a la ciudad de mi novia, hace unas semanas que no nos vemos por cuestiones de trabajo y llegaré por sorpresa a visitarla. Arrendé un auto y guardé mis cosas en el maletero, me subí y partí hacia la casa de Taylor. Al llegar las luces estaban apagadas y al parecer no se encontraba en casa, estacione bien el auto y me bajé con mis llaves para abrir la puerta. Metí la llave en la cerradura y la giré 2 veces, Taylor no estaba en casa. Entré y fui directamente a su cuarto, la cama estaba hecha así que efectivamente, debía seguir en el trabajo. Me recosté unos minutos y el olor a mi novia inundaba la habitación, la extrañaba demasiado. Decidí darle una buena sorpresa y fui hacia abajo a buscar en sus muebles algo de palomitas, habían 2 bolsitas y decidí preparar ambas.
Las puse en el microondas y esperé a que se hicieran. También preparé un jugo natural y lo puse en la hielera, saqué las palomitas y las serví en un plato hondo, tomé dos vasos y fui hacia arriba, los dejé sobre la cama y prendí la televisión, puse Netflix y configuré la luz de la habitación algo tenue. Volví a bajar y escuché la puerta abrirse, alcancé a esconderme detrás de la puerta.
–¿La puerta está abierta? Espera ¿De quién es ese auto?– entró y dejó sus cosas en el sofá frente a mi, su rostro mostraba su confusión –¿Amor?– estaba en dirección a la escalera y aproveché para acercarme a ella y abrazarla por detrás –¡Mierda!– me golpeó suave y me reí.
–Te veías muy graciosa– se giró y me dio otro golpe.
–No te rías, me asustaste– levanté un poco mi cara para darle un beso, debido a su gran estatura mi frente quedaba a la altura de su nariz, pero mi baja estatura la compenso con otra cosa.
–¿Cómo estuvo tu día?– la abracé sintiendo su exquisito aroma.
–Muy agotador, estoy realmente cansada– sentí sus manos acariciar mi cabello –Así que si quieres sexo, lo siento pero será otro día– reí y me separe de el abrazo.
–¿Acaso crees que es lo único que quiero de ti?– reímos y asintió –Hey, me hieres, yo no soy así– hice un puchero y me besó.
–Solo molesto– apretó mi miembro y un pequeño gemido de escapó de mi boca.
–No hagas eso si no vas a asumir las consecuencias– me sonrío inocentemente y fue a la cocina quitándose los zapatos.
–Me duelen los pies– dijo mirándome y reí.
–Espera– abrí la hielera y le entregué el jugo –Ten– lo tomó y yo la tomé a ella como recién casadas –Te amo– le sonreí y besó mi cuello.
–Te amo– puso sus manos alrededor de mi cuello y subí las escaleras, al llegar arriba abrí la puerta con algo de dificultad y caminé hacia la cama –¿Veremos Netflix? ¿Con palomitas?– asentí y me besó tiernamente –Creo que mi día terminará bien– sonreí y la dejé con cuidado sobre la cama. Fui a tomar las palomitas y me recosté a su lado, ella dejó el jugo en la mesita y le entregué los vasos, nos sirvió jugo y me devolvió uno que dejé en mi mesita. Puse las palomitas entre nosotras y puse su película favorita.
–¿Fue una linda sorpresa?– asintió y puso las palomitas en su vientre, para poner su cabeza sobre mi pecho. Comencé a acariciar su cabello e íbamos comiendo las palomitas hasta que se acabaron.
–Aún tengo hambre– dijo dejando el plato en la mesita.
–¿Qué quieres comer?– la miré y me sonrió.
–Nada, no importa– volvió a recostarse sobre mi pecho y acariciaba mi vientre. De a poco fue bajando sus caricias hasta acariciar mi miembro por sobre de el pantalón.
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One shots -PEDIDOS-
Truyện NgắnEn este libro pueden hacer sus pedidos, tienen la libertad total de escoger al artista y el tipo de one shot que desean.