Capitulo 1

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Mishel. Una muchacha de 24 años, que está a un año de terminar su carrera de psicólogia. Es una mujer que no sólo es apasionada acerca de la carrera que escogió. Sino por ser una apasionada al momento de saber como piensa las personas y como estas conviven con su entorno.Y apesar de no haber tenido una familia amorosa, disfruta la vida y trata de hacer de esta la mejor.

Sus padres son de la alta sociedad, aunque a ella eso nunca le a importado. Ella es feliz si sus padres lo son. Pero ellos no piensan lo mismo, desde que ella nació la vieron como un estorbo, cada vez que ella intentaba tener un gesto de cariño o aprobación por parte de ellos, la ignoraban y dedicaban su tiempo a lo que ellos creian importante, pero ella nunca se los reprochaba, era ingenua y débil y eso los molestaba aún más. Hasta ahora, que vieron que podían sacar beneficio de ella.

-Decidido. Kylan Henderson y su empresa son la mejor oportunidad para abrir nuevas puertas. Nuestras empresas llegaran a ser una de las más ricas y poderosas del país. -Dijeron los padres de Mishel viendo la oportunidad de resurgir de la bancarrota en la que se encontraban desde ya un año atrás. Aquello que creían un estorbo al fin les sería de utilidad.

Así que decidieron poner su plan en marcha.

La madre de Mishel hizo que una de las empleadas fuera a buscarla. Pero Mishel ya se encontraba bajando las escaleras de la casa. Así que se acercó a sus padres despidiendo a la empleada con una sonrisa.

Mishel encontró a sus padres en el salón. Feliz de oír que la la buscaban. Eso casi nunca pasaba y menos cuando llegaban de algún viaje que les tomo semanas. Sus padres prácticamente no estaban casi nunca en casa. Su padre se iba a la empresa y su madre se iba al club de mujeres de alta sociedad de la que era parte.

-Que bueno que estas aquí. -Dijo su padre y se levantó para llevarla al sillón que estaba frente al suyo. -Queremos darte una buena noticia. Una que cambiará nuestras vidas para bien.-Dijo el hombre y miró a su esposa con incomodidad, para después volver a ver a Mishel. -Ayer tuvimos una reunión con los señores Henderson y llegamos a un acuerdo que te involucra. -Solto con una sonrisa. Mishel se enderezó al oír las últimas palabras, esperando que ese nudo en el estómago no fuera la premonición de algo malo. Pero las siguientes palabras de su padre la hicieron cerrar los ojos con fuerza. -Acordamos que tu y su hijo kylan contraerán matrimonio. ¿No te parece fabuloso? -La sonrisa en la cara de su madre parecía demostrar que estaba feliz. Un sentimiento que Mishel no compartía.

¿Contraeran matrimonio?

¿Que significaba eso?

Tenía que hacer algo. Algo que no la condujera a un altar con alguien a quien No conocía.

-Pero... No los conozco. Ni a los señores Henderson, ni a su hijo. ¿Como voy a casarme con el sin conocerlo? -Preguntó esperando dejar el punto claro.

La decisión de casarse tenía que ser suya. No de sus padres.

Sus padres no podían tomar esa decisión sin consultarle, sin pedir siquiera su opinión o si quería o no casarse con el tal Kylan. Eso no podía suceder.

-¿Acaso importa que lo conozcas? Lo que importa es el matrimonio. Es una gran oportunidad para ti y para nosotros. -Dijo su padre empezando a sonar molesto.

¿No importa? Sus sentimientos. ¿No importan?

-Lo importante en este momento es que seremos parte de una de las familias más ricas del pais. -Dijo su madre sonando entusiasmada. Una sonrisa que Mishel no había visto nunca o que por lo menos nunca fue causado por ella, estaba en su rostro.

-Pero, yo... No se si quiero casarme. Creo que aún no estoy lis...

Su padre no la dejó terminar. Golpeó la mesa que estaba frente a él con el puño cerrado. Estaban molesto con su reacción. Para el era lo mejor que les podía pasar y no entendía como su hija no entendía eso. A su parecer le estaba haciendo un favor. Tanto a ella como a la empresa que estaba a punto de ser embargada. Y la cual iba a ser en algún momento para Mishel. Además de que pensaba que su hija nunca contraeria matrimonio con alguien de su clase, así que no entendía como podía querer negarse. Pero intento calmarse y dejarle en claro que ella no tenía otra opción.

EL Dolor es Debilidad (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora