Capítulo 38

1.3K 70 3
                                    

—Antes del accidente tu me preguntaste algo que en ese momento no supe como responder y....— Mishel lo miro expectante —Creeme que no conocía ese sentimiento y que fui un idiota al no darme cuenta a tiempo, antes de que todo eso pasara y por eso quiero decírtelo y dejarte en claro que tu  eres la mujer a quien amo y amare, no se en que momento pero me atrapaste, al estar junto a ti me siento vivo y al separarme siento que me ahogo, fui el más grande imbécil al pensar que lo que sentía por ti era solo un deseo sexual y ahora más que nunca me condenó por no haber comprendido mucho antes que lo que siento por ti no lo sentiré por nadie mas y espero que tu y nuestro hijo vivan conmigo y siempre estaré ahí para ustedes en cualquier momento, porque te amo— Mishel no podía esconder los sentimientos que le provocaban la confección de Kylan, sus ojos la veían fijamente y en ellos podía ver el gran amor que el describía, no podía retener lo que sentía, no tenia dudas, lo amaba tanto como el a ella y eso no cambiaría, no pudo contenerse más y se abalanzó hacia el abrazándolo con fervor, Kylan tardo en reaccionar pero al cabo de unos segundos la rodeo con sus brazos sin poder contener todo lo que esa mujer le provocaba, se quedaron así abrazados sin decir ni una sola palabra, solo llenándose cada uno del otro, ahora más que nunca sentían que ese amor que sentían por el otro no se iría nunca y siempre los acompañaría, Kylan la separo un poco y levanto su rostro con una de sus mano, Mishel lloraba y no quería que la viera así, pero para Kylan ella era hermosa de cualquier forma, limpio sus lágrimas y deposito pequeños besos en ambos ojos tratando de que esas gotitas ya no saliera, no quería verla llorar porque eso le partía el alma en dos. —No llores, cariño ¿sabes cuanto me duele verte así? Es como si con cada lágrima que cae de tus ojos fuera una apuñalada, así que por favor ya no lo hagas ¿si?— Mishel asintió y levanto la vista ambos se quedaron así, viéndose sin que nada mas importara, se amaban y eso nada podía cambiarlo, Kylan se acercó con la intención de besarla pero un carraspeo los hizo separarse de golpe.

—Lo siento, pero este hospital es algo así como un convento— dijo Julian aguantando la risa.

—¿Cuanto tiempo llevas ahí?— pregunto Kylan fulminandolo con la mirada.

—Mmmm, creo que desde la parte de *no conocía ese sentimiento y fui un idiot....*—

—Basta, ¿no te enseñaron a no escuchar conversaciónes ajenas?— dijo Kylan con los dientes apretados.

¿había escuchado todo lo que dijo y ellos no se dieron cuenta?

—Claro que si— dijo sin mostrar ningún tipo de remordimiento.

Kylan movió la cabeza negando por la ironía con la que hablaba su amigo, estaba agradecido de tenerlo pero había veces que deseaba ahorcarlo.

—Ya dinos a que viniste y largate— dijo Kylan dándose por vencido.

Mishel los veía a ambos y una parte de ella no creia lo que veían sus ojos, su esposo bromeando y hablando con normalidad con otra persona, sin mostrar esa faceta de jefe tirano, era algo nuevo y a la vez no.

—Solo vine a darle el alta a la paciente más hermo....—

—Sigue y amaneces muerto— dijo Kylan a lo que Julian solo soltó una risa al ver a su amigo con la cara roja por los celos.

—Bien como puedes ver el idiota de tu marido no te va a dejar ir muy fácil, así que lo nuestro no podrá ser— le extendió los papeles del alta y Kylan se los arrebato —Tranquilo amigo se que no puedes vivir sin ella y yo no quiero cargar con tu muerte así que ya llévatela, voy a hablar con ustedes del embarazo cuando mishel ya este en su casa, por cierto Anni está afuera— dijo y salio sin decir nada más.

EL Dolor es Debilidad (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora