—Maura es genial, todos la hemos acudido en su momento. La fama llega a ser exesivamente agobiante en algún punto ¿sabes? —Laura y Rydel estaban sentadas en la sala de espera del consultorio médico, esperando por su turno.
—Si, es todo un personaje —logró mencionar, retraída. Su mente no dejaba de dar vueltas.
Stormie, que había ido a la cafetería por té y café volvió entonces, sentándose al otro lado de Laura. Entregó un té a Rydel y otro a ella, quedándose con el café.
—Aquí tienes, cariño. No te veo muy bien, creo que estamos en el lugar correcto.
Laura bebió un sorbo, se obligó a forzar una sonrisa. Naturalmente no había mencionado mucho sobre la consulta. No se sentía lista. Mierda lo que necesitaba era a Ross allí.
—Lamento que tengan que estar aquí, en serio. Pero...
—Tonterías, querida. Puedo también hechar ojo a mi hija mientras te brindamos apoyo, estoy donde debo estar. Faltaba más.
Laura, en un impulso apretó la mano de su futura suegra.
—Gracias, Stormie.
— ¡Sta. Marano! —Se oyó desde la puerta del doctor.
Ella tomó aire. Aquí vamos.
— ¿... así que presenta mareos, náuseas y vómitos matutinos? —preguntó el Dr. Johnson, viendo a través de sus gafas transparentes y cuadradas una tabla que rellenaba entre sus manos.
—Bueno, mayormente si, pero a veces me ha pasado en... otras horas del día —no daba crédito a su nerviosismo, pero lo estaba. Sentía que estaba al borde de algo o muy bueno o muy malo.
¿Qué si tenía algo con las pastillas? Hacía algunos días no las tomaba y fuera de esa primera noche, no había sentido más ganas de tomarlas.
Entonces el doctor la miró fijo, antes de preguntar.
—Ha usted visto su periodo regularmente en los últimos meses.
La pregunta la dejó atónita, y mientras más lo pensaba más fría y temblorosa se volvía. No tendría ni que haberlo pensado en absoluto.
—No, yo... —se vió en la necesidad de tomar una bocanada de aire antes de continuar. Las palabras brotaron atropelladas —, he tenido muchas preocupaciones en los últimos meses. Como le he dicho también he pasado las últimas semanas bajo medicamentos para dormir. Además, nunca he sido exactamente regular.
El tipo se sentó bien en su sillón marrón, sejando la tabla con el test que rellenaba en la mesa.
—Entonces debe conocer los riesgos. La llevaré a pediatría para salir de dudas.
La mente de Laura quedó en blanco por segundos.
— ¿Qué quiere decir con eso? —balbuceó, pero el doctor había abandonado la habitación.
Volvió poco después y la invitó a seguirlo. Fuera aún estaban Rydel y Stormie esperando.
— ¿Adonde te llevan?
Laura negó.
—A pediatría, creo que dijo.
Las cejas de ambas se alzaron en sorpresa, pero luego, mientras Su futura suegra llevaba sus manos a la boca mitigando un sonido, Rydel sonrió. Diablos, sus ojos brillaban.
—No entiendo...
Pero las perdió de vista al cruzar la esquina siguiendo al maldito doctor que no le contaba nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/72584031-288-k168036.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Heredera |Raura|
RomanceElla lo Ama, pero, quién es él... Él la ama, pero, quién es ella... En cada encuentro de placer, se sienten más vivos que nunca antes, en cada caricia encuentran en un desconocido el amor de nadie más.