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La nave salió del híper espacio, dejando atrás el luminiscente color azul que lo identifica. Chewe aterrizó el halcón en la zona más baja de una isla que se ubicaba justo en medio del planeta.

Rey bajó de la nave maravillándose por el panorama, veía a las pequeñas criaturas que de algún modo le recordaban a pequeños pingüinos de arena, veía las grandes olas que golpeaban con violencia las rocas, después de unos segundos, sintió como un escalofrió la recorría desde los pies a la cabeza.

–La fuerza es intensa aquí... -dijo para sí misma.

Se despidió de su amigo peludo y del droide que los acompañaba, Chewbacca quería acompañarla, pero ella decidió ir sola.

Recorrió la isla por horas, buscando algún rastro de vida que no fuese un animal nativo de ella. Escaló por montañas y caminó por praderas, sintió la paz que generaba el estar ahí, pero había algo muy lejano a esa paz que la llamaba, tan lejano que lo pasó por alto. Tenía prioridades y estar de curiosa para averiguar que era no era una de ellas.

Decidió detenerse un momento y tratar de sentir mediante la Fuerza, pero fue en vano, entonces continuó guiándose por sus instintos. Llegó hasta el otro extremo de la isla, y al vio a lo lejos una silueta, <<Sí Luke Skywallker está aquí, ese debe ser. >> pensó, y se dirigió hasta ese punto.

AL ver la figura parada viendo hacia el mar se quedó petrificada, si ese era Luke, no sabía cómo iba a iniciar, como le iba a explicar lo que había pasado, la situación de la galaxia.

El hombre se dio vuelta cuando sintió la mirada de la chica, la miró fijamente y con curiosidad, de inmediato Rey Sacó el sable de luz que le perteneció alguna vez, se lo extendió y él lo tomó. Rey miró con curiosidad su mano robótica, él contemplo el sable, lo analizó unos instantes, fijó su mirada de nuevo en la castaña

-¿Quién eres?- Preguntó él.

-Rey.- Contestó ella. –La Generala Organa, su hermana, me envió a buscarlo para que regrese.

Luke comenzó a caminar ignorando por completo lo que la chica le decía, aun sostenía el sable. Rey lo siguió tratando de llamar su atención, necesitaba que la escuchara, y de algún modo lo iba a lograr. Llegaron a unas pequeñas construcciones de piedra, Luke entró en una y cerró la enorme puerta de metal. Rey gritó desde afuera:

-No me iré aunque me siga ignorando.- hizo un puchero y tomo asiento en el suelo recargada en la pared de rocas.

Rey pensaba en Kylo, Ben... ya no sabía cómo debía llamarlo. Jugueteaba con su cristal de Kyber que le colgaba del cuello. Su corazón se aceleraba, debía parar de pensar en él, había cosas más importantes que pensar en el hombre que le robaba el aliento. Volteó a ver la pared de metal con la esperanza de que se abriera, pero no ocurrió. Abrazó sus piernas para continuar su espera.

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-Rey...- escuchó que decían su nombre, ella se sobresaltó. –Rey...- volvió a escuchar. Se puso de pie y comenzó a seguir la voz que cada vez se hacía más fuerte. La voz la guio hasta un enorme tronco que parecía tan viejo como la isla misma, entró y la voz cesó. Observó cada detalle tallado en el tronco y se encontró con un montón de viejos libros, tomó uno que tenía una cubierta color blanca, con letras negras sobre ella que resaltaban perfectamente, "El código del Jedi", leyó en la portada, lo abrió encontrándose en la primer página con las palabras de "La Hija".

-¿Qué haces aquí?- escuchó, Rey se asustó, y volteó a ver al viejo y un poco molesto Luke.

-Yo... ah... lo siento.- respondió Rey, que no sabía si lo que había hecho estaba mal. Luke le quitó el libro y lo colocó de nuevo en su lugar.

Soy tu Esclava (Fanfic Reylo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora