Soy tu Esclava (Fanfic Reylo)

3

Después de retirarse de la habitación de Kylo se dirigió con su amigo FN, quien de nuevo hacia inventario. Rey tomó asiento en la un contenedor mientras su amigo trabajaba. Cuando estaba con ella el soldado no utilizaba su casco.

Hablaron unos minutos, la joven castaña le contó lo que había ocurrido, no solo la charla que tuvo con su amo, también el intento de homicidio que sufrió por parte de la celosa caballero de Ren.

FN estaba asombrado, nunca imaginó que el tan temido Kylo Ren no le hiciera daño a una simple esclava.

-¡Wow! Rey... en serio, no lo vi venir, de verdad esperaba esa llamada.- se recargó en la pared a su lado, Rey se mantenía pensativa, cambió de tema.

-FN, ¿Te puedo hacer una pregunta un tanto personal?

-Dime.- Respondió de inmediato.

-Usualmente trabajas en higiene y sanidad ¿cierto?- FN asintió -¿Qué harías si te llegasen a enviar al campo de batalla?- el trooper cruzó sus brazos y con una mano tomó su barbilla.

-No lo sé, tratar de sobrevivir supongo.- se rascaba la nuca.

-FN... amigo...- Rey lo miró a los ojos y sostuvo sus manos entre las suyas –Prométeme que si llegas a ir a una batalla volverás sano y salvo- él se rio de lado.

-Por supuesto que lo haré.

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Rey se despidió de su amigo, quería descansar pero los movimientos que había visto en el entrenamiento de los caballeros no salían de su cabeza. Quería intentarlos y llevándole la contraria a su amo salió y se dirigió a su campo de entrenamiento.

Llegó al campo y se puso en marcha. Intentó correr para calentar, pero su ropa le estorbaba, decidió quitarse la cinturilla, el manto, las mangas y la tiara. Se estiró un poco para comprobar que podía moverse con más libertad.

Rey comenzó de nuevo, corría, saltaba, utilizaba su bastón tratando de imitar a Kylo.  Lo movía con destreza, sin embargo la torpeza la invadía de vez en cuando haciéndola caer. Estaba exhausta y no podía dominar todos los movimientos que trataba de imitar, pero no se rendiría.

La estrella que iluminaba el planeta había desaparecido, dejando un cielo oscuro que se iluminada únicamente por las estrellas que se divisaban a la distancia. Agotada se tendió en el pasto amarillento con los brazos extendidos, imaginaba que salía de ahí, que era libre, que no tenía que rendirle cuentas a nadie por sus acciones, <<Un día seré libre>> se repetía como cada noche que iba a dormir.

Escalofríos volvieron a hacerla estremecer. Se levantó exaltada poniéndose en guardia, vio a los lados buscando el origen de aquella sensación, después se dio la vuelta encontrándose con Kylo Ren.

Él se acercó a ella, caminando lentamente con los brazos en la espalda, la miraba fijamente. Rey permanecía en guardia. Cuando estuvo a unos pasos el hombre movió a un lado el bastón con uno de sus dedos. La enfrentó cara a cara, Rey no tenía miedo. Se miraban a los ojos.

-¿Qué no te había ordenado no salir de la base?

-Si me va a castigar, hágalo ya- respondió con voz dura. Lo retaba. El rompió el combate de miradas, se alejó un momento, la analizó. Al ver sus hombros descubiertos y su cuello tragó saliva.

-No tienes equilibrio, tu posición de combate está muy abierta, si te atacasen por el centro estarías perdida. Clava los pies al suelo, mantente en equilibrio.- se acercó a ella por la espalada le tomó las manos y le cerró la posición. Rey se sonrojó –Si haces esto...- le dijo al oído –No traspasaran tu defensa.

Kylo atrajo a él una rama que limpió un poco para poder empuñarla, se puso frente a ella.

-Te atacaré, defiéndete.- Rey asintió y lo miró poniendo atención a todos sus movimientos.

Después de unos segundos Kylo se dispuso a atacar, primero por la derecha, luego por la izquierda, ambos movimientos los detuvo con su bastón. Después atacó al centro, Rey se defendió levantando el bastón un poco más arriba de su cabeza. Encogió los hombros y entrecerró los ojos, el golpe recibido fue muy fuerte, casi la tira al suelo.

-Bien hecho, parece que has entendido.- Dijo retrocediendo. –Será todo por hoy.- la miró fijamente.

-No, no sé cómo agradecerle señor...- dijo inclinándose con la mirada al suelo, como era su costumbre.

-No es un favor, me servirás más si te sabes defender.- ella lo miró –De ahora en adelante será así, todas las tardes entrenaremos aquí, y ni una palabra de esto a nadie.

-Sí señor.- dijo rápidamente, se sentía sumamente feliz, aunque debía contenerlo. Al fin iba a entrenar como era debido.

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Habían pasado ya cuatro años desde que llegó Rey a servir a Kylo, era la única que lo soportaba, no solo en la cuestión del carácter rudo y cortante, también sus berrinches cuando alguien no hacia lo que él quería. Era tanta la confianza de Kylo en Rey que incluso llegaban a discutir, y por supuesto ella ganaba la mayoría de las veces.

Todo ese tiempo tuvo lapsos largos de entrenamiento, en los cuales pudo llegar a morir, pero su perseverancia la hacían no rendirse. Ella sabía perfectamente que era una esclava, pero al menos ese hombre le daba un poco de libertad, y había sido el único que no usaba el dispositivo de sus brazaletes.

Rey lo acompañaba a sus misiones, aunque nunca subió a una Tie Fighter, a pesar de que ella quería aprender a pilotar fue lo único que su maestro y amo no le permitió. Ella le rogaba y hacia promesas de no escapara, de no alejarse de él, sin embargo nunca accedió.

La molestia de Hux por su acompañante era clara y sabía que Kylo tenía alguna especie de afecto por ella, siempre que podía hacia comentarios sobre su presencia, ambos lo ignoraban y eso afectaba su hígado.

Las visitas que hacia Kylo a la habitación de Zynda, habían cesado después de un par de años, estar con Rey lo hacían controlarse cada vez más, verla convertirse en una mujer lo hacía sentir bien, su compañía era invaluable. Con ella él no se sentía solo.

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La nueva misión del Líder Supremo había llegado a Kylo, debía buscar a Luke Skywalker y llevarlo ante él.

En esos cuatro años la Resistencia Rebelde había crecido bajo sus narices, y cada vez era más peligrosa. Planetas aliados le habían llevado informes sobre como al escuchar el nombre de Leia Organa las personas inconformes corrían hacia la rebelión, y eso lo molestaba. Ese nombre al igual que el de Skywalker creaban esperanza en la galaxia y debía acabar con eso.

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Kylo comenzó su investigación, torturó y asesinó a varios rebeldes en busca de respuestas, todo apuntaba a Lor San Tekka, un viejo amigo de Skywalker, según su informante él tenía el mapa a su viejo maestro.

Rey nunca estaba presente en los interrogatorios de su amo, él no quería que viera de lo que era capaz de hacer con tal de conseguir lo que necesitaba.

-Rey, alístate, vamos a Jakku.- dijo entrando a sus aposentos, donde Rey permanecía cada vez que él estaba ocupado o hacia algo que no quería que viera. –Iras conmigo.

-¿Perdón?- respondió ella –No entiendo por qué quiere que vaya con usted.

-Ahí fue donde te compraron, debes conocer el terreno.

-¿Qué le puedo decir que sea útil? Hay arena, naves destruidas, contrabandistas que buscan piezas y más arena.

-No estoy para bromas, dime más.- le ordenó.

-Es todo lo que sé, no estuve mucho tiempo en ese lugar, y después de que la Primer Orden me compró nunca volví. Tengo diez años a su servicio, y Jakku es un lugar que quisiera olvidar.- reprochó.

-Aún así iras con migo.- fue su última palabra.