ＮＵＥＳＴＲＯ ＳＥＣＲＥＴＯ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ•ᴊɪᴍsᴜ

Capítulo 37: Vamonos de campamento Pt. 3

🌹🌹🌹

Taehyung no aceptó cambiar de tienda por lo que a media noche me había colado en ella, acostandome al lado de Jimin.

—Hyung, las manos quietas —susurra Jimin cerrando los ojos cuando dejo un camino de besos partiendo desde su mandíbula hasta la unión de su cuello y hombro. Muerdo y succiono un poco, dejando el lugar un poco rojo.

—Mhh... —lo ignoro y sigo con mi tarea de estrujar su trasero por debabo de la pijama.

Los chasquidos de nuestros besos se detienen cuando Taehyung se despierta tres minutos después, hechandome fuera. Miro la fogata con el ceño fruncido; aun no se había consumido el fuego sin embargo recuerdo haberla apagado antes de que todos nos fuéramos a acostar. Todavía queda un poco de comida en la mochila al lado de los troncos que habíamos agarrado como asientos por lo que me agacho y tomo una fresa que al parecer estaba escondiendo Jin. Cuando estoy apuntó de comermela, escucho como el cierre de una tienda se desliza para que después Jimin salga de ahí. Sonrío cuando llega hasta a mí con una mueca divertida al ver la fruta en mi mano.

—¿No pudiste comerme a mi por lo que ahora intentas con una fruta? —toma la fresa entre sus dedos y la dirije a su boca, mordiendo la mitad para después mirarme a mi, extendiendo lo que queda. —¿Quieres la otra mitad? —cuando asiento, este se aleja un poco.—Entonces tendrás que atraparme.

—Como digas, Jiminnie.

Sin previo aviso me lanzo contra el, intentando atraparlo pero es demasiado rápido. Nuestras carcajadas son lo único que se escucha en medio del bosque, mezclados con el ruido que hace la madera de nuestra fogata al quemarse. Tomo un poco de aire e intento calmarme ya que mi pulso anda por los cielos. Jimin se detiene entonces y se acerca preocupado rápidamente hacia mi. Aprovecho su distracción y me abalanzo hacia el, dejandome caer sobre su cuerpo, apresandolo entre mis brazos.

—¡Hyung, eso no es justo! —me reclama agitadamente, con las mejillas de un carmesí intenso.

Le mando un beso volador y tomo su mano entre la mía, acercando la mitad de la fresa a mi boca. Entrecierro los ojos disfrutando del sabor, emitiendo un sonido lleno de placer.

—Que rico —le lamo los dedos que tenían la fresa, los saco y los meto, viéndolo a los ojos. Jimin se pasa la lengua por los labios, remojandolos.

Me saco los dedos de la boca y le delineo la suya con la llema de mi dedo medio por que su aliento roza sobre el. Aprovecho que su boca está entre abierta e introduzco mi dedo por lo que la cierra a mi alrededor. Mi mano se escurre entre sus piernas para abrirlas y meterme entre ellas. Suelta un gemido cuando acuno su trasero con mi mano para elevarlo y hacer que nuestros miembros se rocen.

—¿Tienes contigo el lubricante? —rozo sus labios con los míos. Saco ligeramente la lengua y le lamo la parte inferior haciéndolo jadear.

—Está en la tienda, debajo de mi almohada —su visita se dirije hacia las estrellas atras de mi, en el cielo.

Asiento y le beso la manzana de Edén la cual mueve al tragar saliva cuando lo tomó de las caderas y simulo una fuerte estocada por lo que suelta un pequeño grito pero muere en mi boca al callarle con un beso.

—Ya vuelvo —le apreto los glúteos y ruedo a un lado, levantándome para dirigirme por el lubricante.

—N-no te tardes.

Con el lubricante en mano, me dispongo a salír pero el celular de Jimin empieza a sonar, anunciando una llamada. Frunzo el ceño totalmente desconfiado. ¿Quién podría llamar a las dos de la mañana? Debe ser algo muy importante.

Mi pregunta se responde inmediatamente al ver el nombre de su mamá sobre el identificador de llamadas perdidas. El teléfono vuelve a sonar y está vez contesto.

—¿Bueno?

—¡¿Yo-Yoongi, p-puedes pas-sarme a Ji-Jimin?!

—¿Señora, se encuentra bien? ¿Qué pasa? —la voz de mi suegra me confunde aún más y hace que me empiece a poner nervioso ya que sonaba histérica.

—¡E-el p-papá d-e Ji-min... T-iene que r-egres-ar y-ya!

—De acuerdo, mañana regresaremos a primera hora pero primero digame, por favor, ¿Qué ah pasado?

—E-el m-murió —su voz se rompe en mil pedazos y empieza a llorar desconsoladamente.

Taehyung se despierta y me mira con ganas de volver a hecharme fuera pero cuando me ve a la cara, su sueño se va, levantándose alarmado.

Dios mío, ¿Cómo la voy a decir a Jimin?

.

.

.

.

.

.

.

.

Cambio y fuera.
🔇

By:JunkyBk