ＮＵＥＳＴＲＯ ＳＥＣＲＥＴＯ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ•ᴊɪᴍsᴜ

Capítulo 35: Vamonos de Campamento Pt. 1

—¿Puedes darme un poco de espacio? No puedo empacar con un koala pegado a mi espalda.

Con un puchero, Jimin me suelta.

—¿Cuanto tiempo nos quedaremos acampando, Hyung?

—Bueno, tengo entendido que serán tres días.

—Lleva lubricante...

—Y dices que yo soy el pervertido —le miro burlón por lo que Jimin me lanza un cojín.

—¡Nunca usas lubricante y terminó con un dolor de trasero enorme!

—Creeme, Jimin, aunque usara lubricante tu trasero igual seguiría doliendo. ¡Ademas te lubrico muy bien con la lengua!

—Idiota.

Resoplo y cierro la maleta, con Minmin acostado al lado de mis pies.

—¿Seguro de que llevas todo, Jiminnie?

—Si, Hyung, mi maleta está en la sala —dice y se acerca al perro para acariciarle las orejas. —De todos modos pasaré a despedirme de mis papás.

—De acuerdo, los chicos estarán aquí en quince minutos —tomo una gorra y me la pongo en la cabeza, cubriendo mi frente y mitad de ojos.

—Te portas bien, no quiero reclamos cuando regrese.

—Si, hijo, te portas bien —le besa la cabeza haciendo que el peludo se levante y empiece a jugar con el.

Salgo con mi maleta, mirando en las recamaras para despedirme de todos, sin embargo no veo a nadie por lo que bajo hasta la cocina, junto a Jimin y ahí veo a mi mamá.

—Yoongi, hijo, ¿Ya se van?

—No, ya regresamos. Somos bien rápidos, ¿Verdad?

—¿Puedes dejar de ser sarcástico por un momento? —mamá me señala con la espátula que estaba usando para cocinar. —Eres un maleducado. Yo no te crié así.

—Opino lo mismo que tu mamá, Hyung.

—Tu cállate, están hablando los adultos.

—¡Solo eres mayor que yo por dos años!

—Blah Blah Blah. Menos palabras y más acción —dejo la maleta en el suelo y me adentro en la cocina, llendo a abrazar a mi mamá. —Regreso en unos días, ma, por favor, cuida bien a mi hijo. Los quiero.

—Está bien, hijo, por favor tengan cuidado y me saludan a los demás —nos abraza a los dos y nos da un beso en la frente. —No se separen del grupo. Los amo a todos —me toma de las mejillas y me las estruja.

—Me estás avergonzando.

—Tu avergüenzas a tu mamá desde que naciste y ella no te dice nada, Yoongi Hyung.

—Creí decirte que te callaras.

—Ya vayanse o se les hará tarde —suelta una carcajada mamá, empujandonos hacia la puerta. —Y cuídense de los lobos.