Hessa despierta y su mirada se encuentra con la de Khaled a su lado. Sus ojos la ven con una expresión dulce y profunda que la hace desear perderse en ella por toda una eternidad. En medio de ellos Haroom sigue durmiendo.
Su bella sonrisa la derrite, se ve simplemente hermoso recién despierto, sus ojos chinitos, sus cabello desordenado, esa boca tan sensual que desea besar.
-Buenos días Hessa- le dice en tono bajo para no despertar a Haroom.
- Buenos días- le responde en shock.
- Llevo siglos deseando despertar asi contigo a mi lado, puedes dudar de todo Hessa, pero jamás de que no te amo. Realmente quiero dejar el pasado atrás, de mi parte jamás volveré a sacar el tema sobre estos años sin Haroom, lo importante es que por fin los tengo a los dos.
"Diras a los tres" fue ese fugaz pensamiento, pero no quería arruinar ese momento, quería quedarse con esa hermosa confesión que le llego al alma.
Sabiendo que debe cortar con ese momento íntimo por su propio bienestar decide salir de la cama con la excusa que debe ir al baño.
Ya dentro deja escapar el aire retenido, sintiendo como su corazón late acelerado.
Se mira al espejo y nota ese brillo en sus ojos, que hace tanto había perdido, de mujer enamorada, viva, con deseos y necesidades que desea sean cubiertas como por el único hombre que ha amado y amara Khaled Bashim.
Deja correr el agua del grifo y se lava la cara en un intento de relajarse.
Después de hacer pipi y cepillarse los dientes sabe que no puede prolongar su permanencia en el baño y decide salir.
Harom ha despertado y está conversando animadamente con su padre. Decir que esa escena padre e hijo y la intimidad de la habitación que han compartido los tres como un matrimonio, como una familia, no la ha conmovido, seria mentir. Quiere de esto todos los días por el resto de su vida, pero eso es imposible, Khaled ha levantado una barrera moral y sentimental que no podrá superar, ha tomado otra esposa ella jamás aceptara compartirlo.
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Destinados II Volveras a Mi
RomanceKhaled y Hessa no estaban destinados Pero asi como un príncipe no elegía con quien casarse El corazon si lo hacia y sus corazones y sus almas habían elegido amarse Pero la desconfianza y los celos, la inmadurez arruino sus vida y los sumio en el dol...