Había transcurrido unos días desde que Khaled y Hessa dejaran atrás el pasado y darse una nueva oportunidad.
Lo vio salir del baño, recién duchado, oliendo delicioso y más apetecible que nunca asi que no se contuvo y fue y lo beso e inevitablemente eso los llevo de vuelta a la cama porque jamás se volverían a negar sus cuerpos y tampoco permitir que los malos entendidos dañaran su relación.
Raisha por su parte había empezado a verse con una terapeuta quien llego a la conclusión que todo tenia su raíz en la perdida de sus padres, siendo muy determinante el hecho que su madre se fue de al casa que le produjo una sensación de perdida, sentirse sola y culpable porque de algún modo en su mente de niña se alojo ese pensamiento que si su madre se había ido era porque ella no había sabido ser una buena hija, haciendo que se desarrollara en ella una sensación de perdida, soledad y ansiedad. Luego lo que paso con Serkan fue el detonante, pudo superarlo por un tiempo pero luego regresaria el temor, la ansiedad y en Khaled termino proyectando todos esos sentimientos e hizo colisión.
Esa tarde al salir de su consulta estaba decidida a superar sus temores, así que se sentía más optimista.
Decidió llegar a una librería y estuvo un rato observando hasta que se decidió por tres libros, a ella le encantaba leer, es algo que siempre la relajaba.
- Parece que tenemos los mismos gustos- expreso un hombre a su lado en perfecto árabe y se sorprendió a ver que era Mark Stonner que le brindaba una gran sonrisa y le mostraba el libro que tenia en sus manos, que también iba a cancelar, que era uno de lo que ella había escogido.
En días anteriores había hablado con Khaled y ya sabia que el y Hessa solo eran amigos, por lo cual le correspondió a su sonrisa.
- No sabias que hablabas también el árabe.
- Decidí aprenderlo hace muchos años cuando viaje aquí, siempre me atrajo su cultura.
Raisha iba a pagar pero Mark pasó su tarjeta diciéndole.
- Es un regalo que quiero hacer por la paz.
- Mas bien yo debería pedirte disculpas, te juzgué- señala ella tomando sus libros..
- Eres una mujer de temple y eso lo admiro mucho.
Raisha se cuestiono, que hacia allí dejándose alabar por un hombre que era su esposo así que se apresuro a despedirse.
- Bien gracias, pero debo irme.
- Me quedare un tiempo en Sharja- comenta- espero podamos coincidir en otro momento y tal vez será amigos.
Había algo en el, en su trato amable, en sus sonrisa sincera, en la transparencia de su mirada que le hacia sentirse confiada, así que accedió.
- "In šāʾ Allāh" - le dice ella con una sonrisa y que significa "si Dios quiere"
Raisha regreso a su auto y recibió una llamada de Serkan y como siempre su corazón salto de gusto.
- ¿Raisha ya asististe a tu consulta?
- Si Serkan
- ¿Y?- apremio.
- Todo va a estar bien de ahora en adelante, voy a hacer mi mayor esfuerzo, dejare de mortificarme con eventos futuros que tal vez no sucedan. Se que tu y yo envejeceremos juntos, veremos a nuestros nietos- concluyo con emoción y esperanza.
Serkan colgó el teléfono justo en el momento que salía la enfermera del Dr. Casals y le indicaba que podía pasar a su consulta.
Esa mañana mientras desayunaban los tres, ya que Hessa a pesar de que no comulgaba con esa idea de un hombre con dos esposas, había decidido esperar el tiempo necesario y también mantener bajo su supervisión a Aastha, algo en ella seguía sin cuadrarle, ninguna mujer era tan sumisa, inocente y perfecta.
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Destinados II Volveras a Mi
RomansaKhaled y Hessa no estaban destinados Pero asi como un príncipe no elegía con quien casarse El corazon si lo hacia y sus corazones y sus almas habían elegido amarse Pero la desconfianza y los celos, la inmadurez arruino sus vida y los sumio en el dol...