CAPITULO 21 ENTRE UN COMPROMISO Y EL AMOR VERDADERO

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Al entrar a la habitación Khaled no puede evitar tomar a Hessa entre sus brazos y para su placer ella no se niega, el la adhiere contra su cuerpo y ase propia de sus labios, los cuales besa con suavidad, da un leve tirón de su labio inferior para luego profundizar mas el beso.

Ella pasa sus manos por su cuello permitiendo y dando pie a una mayor exploración, la mano de el se posa en el cierre de su vestido y se detiene para hacerle saber

- Indica tu las pautas y el ritmo Hessa, necesito saber hasta donde puedo llegar, no hare nada que te haga sentir incomoda.

Ella se separa un poco de el, y a su pesar reitera.

- Podría decirte por ahora besos, pero los besos siempre me llevaran a desear mas, y sabes cual es mi condición para avanzar.

- Que me divorcie de Aastha.- se responde y Hessa nota su contrariedad.

- ¿La amas?- debe preguntar aunque eso le duela.

El sujeta su mamo y se la lleva a su corazón.

- Puede un corazón dividirse en dos, te amo a ti Hessa, nunca dudes de eso.

- Entiendo que debas esperar el periodo de luto-murmura pegando su rostro a su pecho, con esa necesidad de saber que el solo late por ella.

- No es solo por eso.- niega a su pesar.

- Entiendo- suelta sin sentirlo, y por dentro se cuestiona ¿Acaso ya esta aceptando ser una mujer sumisa? Eso inicia de nuevo una lucha entre su mente y su corazón.

- ¿Que entiendes?- pregunta el escudriñándola con la mirada. El esta muy serio.

- Ella te entrego su virginidad y te sientes comprometido-soltó dolida- es lo que tu código moral y la religión señala, debes permanecer con ella, solo el adulterio es causa para que la repudies y pidas carta de divorcio. De otro modo...- calla cuando el dolor de esa verdad se hace muy intensa y real.

El acaricia su mejilla con una mano y puntualiza.

- Digamos que deje la religión de lado o las costumbres, lo que dicta la tradición hay una palabra dada de mi parte a su padre que la protegería.

- ¿De que?, ¿de quien?- pregunta interesada, porque aquí puede estar la clave de todo.

- Aastha no es como tu, ella fue criada según las tradiciones de nuestro país, según las reglas de nuestra religión. Khamir sabia que iba a morir, tenia una enfermedad terminal, y quería dejar protegida a Aastha de su familia que sin duda le caerían encima como buitres para devorarla y quedarse con su fortuna, por eso, su primo quiso casarse con ella, su padre me pidió protegerla y la manera de hacerlo es haciéndola mi esposa y Raisha me esta ayudando, porque mi propósito es hacerla una mujer independiente que pueda manejar los negocios de su padre, que pueda defenderse ante su familia, un año es el tiempo que estipule para poder separarme de Aastha, dejándola con la capacidad de defenderse. Un año es todo lo que te pido Hessa, ya han pasado dos meses.

Ciertamente ahora comprendía muchas cosas, y daba luz a tanta oscuridad y malos entendidos, pero había una verdad que era innegable.

- Y en este tiempo harás vida marital con ella- puntualizo sintiendo un nudo en la garganta.

Con la yema de su dedo, el limpia su lagrima y pega su frente con la de ella, llenándola con su cálido aliento y así permanecen unos segundos, perdidos en sus sentimientos, en sus contradicciones, en todo aquello que los separa y al final una única verdad que se siguen amando como antes, como siempre, con el alma, con el corazón, con la vida.

- Aclarado el punto anterior, hay otra cosa que debes saber-ella lo mira expectante cuando ve en su rostro reflejarse una paz que no comprende ante la seriedad de la situación.

Destinados II Volveras a MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora