Destinados II Volveras a Mi

CAPITULO 18 TU ME REPARAS

Por el temor de quererme

tanto como yo te quiero,

has preferido, primero,

para salvarte, perderme.

Pero está mudo e inerme

tu corazón, de tal suerte

que si no me dejas verte

es por no ver en la mía

la imagen de tu agonía:

porque mi muerte es tu muerte.

Despertar en los brazos de Khaled es sin duda la mejor experiencia de toda su vida, sentir los latidos rítmicos de su corazón, disfrutar de su piel que trasmite tantas cosas, deseo, eso es innegable, pero también protección, ternura, cuidado.

Este es el Khaled que ella amaba, el que daba la vida por su familia, que la amaba a ella y que se sentía orgulloso de su hijo.

Pero para el nada había sido fácil, lo sabia, aun tenia heridas en su corazón producidas en su niñez y adolescencia que le marcaron, por eso a pesar de ser un hombre amable por naturaleza, luchaba contra una ira contenida y eso a su juicio estaba haciendo mella en su salud.

Guardar rencor, dolor y todas esa emociones dañinas tarde o temprano pasan factura, así que el primer punto era ayudarle a restaurar la relación son su madre, el tenia que entender que Hamira fue ciertamente un victimario pero también víctima, quien al no poder canalizar ese dolor al que fue expuesta en reiteradas oportunidades, por años termino canalizándolo de la peor forma, lastimando porque eso le enseñaron, al fruto de su humillación.

Ahora que ella tenía un hijo podía entenderla mejor, su necesidad de restaurar su relación con sus hijos y como mujer sentía empatía por todo lo que sufrió como mujer violada, vejada, humillada.

Observa ahora a Khaled quien no se despertaba, parecía un hermoso niño, se le veía en paz reflejada en su rostro y decidió que lo dejaría dormir mas tiempo y le prepararía una sorpresa.

Hessa había preparado un rico desayuno para Khaled y al entrar en la habitación lo vio salir del baño con su bata, recién bañado y oliendo rico, y se permitió deleitarse con semejante colirio para los ojos.

El sonrió divertido ante su escrutinio y miro la bandeja

- ¿Y eso?-

Hessa ve su hermosa sonrisa que hace que su corazon se acelere. Dejando la bandeja en la mesita

- Me dio por prepararte el desayuno.

La ciñe de la cintura y con una mano acaricia su mejilla y eso produce un sinfín de reacciones eléctricas que recorren desde la punta del pelo hasta su vientre plano.

- Ven aca mujer, sabes que eres la única comida que quiero degustar.-le dice devorando su boca en un beso fiero que la deja sin aliento y con ansias de mas.

- Khaled-protesta débilmente.

El expulso aire de sus pulmones en un intento también de calmarse, lo cierto es que no puede evitar que la pasión lo domine, pero sabe que debe ir despacio. Pega su frente con la de ella, llenándola con su cálido aliento.

- Lo se, poco a poco, yo siempre querré-reconoce-Hessa lo sabes asi que de ahora en adelante te cedo en control, tu marcas el ritmo, tu decides cuando.

- Cuando hayas sacado definitivamente a Aastha de tu vida.

- Hessa no es tan fácil-reconoció tenso-pero te prometo que lo hare