XVI

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—¿Qué?... Eimy, ¿qué ocurre?

Una fuerte punzada se instala en mi cabeza en ese momento y mis ojos se cierran con fuerza debido al dolor que ésta me produce.

—Eimy...

—Nada —lo corto de tajo, abriendo mis ojos para poder mirarlo—. No ocurre nada.

Suspiro profundo, en un vano intento de aminiorar la fuerza de la punzada que ha empezado a taladrar mi cabeza, antes de abrir los ojos de nuevo y, sin siquiera detenerme a mirar a alguien, dirigirme con pasos rápidos hacia la salida de la mansión.

Al encontrarme afuera, detengo y pasos y espero a que la chica que viene detrás de mí se coloque a mi lado. Ella no tarda en alcanzarme y, cuando pienso que va a decir algo, sólo fija su mirada en el suelo y se queda en completo silencio.

Justo ahora soy capaz de escuchar la conversación que los demás tienen en la sala de estar, pero, sobre todo, soy capaz de escuchar los latidos lentos y calmados del corazón de April.

—Sé que es una pregunta muy tonta... —dice, al cabo de unos minutos—, pero, ¿estás bien?

Un suspiro se me escapa.

—¿Honestamente? Ni siquiera lo sé —me sincero.

—¿Te gustaría caminar un poco? —pregunta. Ignoro por completo el dolor en mi cabeza y murmuro un simple «Está bien» antes de empezar a caminar junto con ella—. No quiero molestarte con mis preguntas; mi objetivo ahora es animarte un poco, así que me gustaría que me contaras sobre algo que me tiene realmente intrigada —menciona.

La miro, instándola a continuar. Ella suspira profundo antes de aclararse la garganta y decir:

—Cuéntame sobre Lily —pide—. ¿Cómo fue que llegó a hasta ti y se convirtió en tu hija?

—Bien, te contaré todo desde el inicio —asiento—. Cuando tenía catorce años mamá y papá decidieron enviarme a Londres por un tiempo indefinido. Allí fue donde conocí a la madre Lily. Ella era... era una magnifica persona —hago una pequeña pausa. Hacía mucho tiempo que no hablaba sobre Lucy—. Cuando la conocí ella recién se había enterado sobre su embarazo... y recuerdo que estaba muy asustada.

>>Sus padres la echaron de su casa cuando se enteron del embarazo y el imbécil de su novio la abandono, alegando que el bebé no era suyo. Yo le tomé cariño muy rápidamente, para mí era como una hermana mayor, así que no dudé en ayudarla cuando ella fue a buscarme. ¿Sabes? Ella solía decir que su pequeña sería muy afortunada porque tendría dos madres que la llenarían de amor, y a mí me encantaba escucharla decir eso porque me fascinaba la idea de ser como una segunda madre para la niña. Los meses se pasaron muy rápido; ambas estábamos muy entusiasmadas con la llegada de la bebé y esperábamos con ansias el día de su nacimiento.

Para este punto, el dolor ha cesado y miles de recuerdos se han aglomerado en mi cabeza. Para este punto un nudo ya se ha formado en mi garganta, mas eso no impide que continúe hablando.

—El día del parto llegó y, lo que pensábamos que sería un día lleno de felicidad terminó convirtiéndose en una horrible pesadilla. Todo se complicó y tuvieron que intervenirla para poder sacar a la bebé... y ella no resistió la operación. —April deja de caminar y, por inercia, yo también lo hago—. Supongo que ella ya presentía que algo malo iba a pasar porque, unos días antes de que ocurriera todo, me hizo prometerle que cuidaría a su hija como mía propia si algo le llegaba a suceder. —Me encojo de hombros, en un gesto que pretende ser despreocupado pero que no lo es en absoluto.

—Pobre chica —pronuncia en un susurro inestable.

Volteo a ver a April y rápidamente me percato de las lágrimas que caen de sus ojos y mojan sus mejillas.

—Me dolió mucho su muerte, también me dolió saber que la pequeña había perdido a su madre sin haber tenido siquiera la oportunidad de compartir un poco con ella —continúo—. He estado cumpliendo mi promesa, ¿sabes? Adopté a la niña, aún cuando me dijeron que no tenía edad para encargarme de ella, y ella misma se ha convertido en mi todo —confieso.

—La quieres mucho, ¿verdad?

—Más que a mi propia vida —respondo sin dudar.

Ella sólo asiente y, luego de pasar unos segundos en silencio, abre la boca, dispuesta a hablar de nuevo, mas vuelve a cerrarla cuando es incapaz de pronunciar palabra alguna. Vuelve a intentarlo una vez más y esta vez sí formula la pregunta.

—¿Lily sabe que su madre biológica murió?

—No. Creo que no tiene la edad suficiente como para saberlo —apunto.

—Tienes razón —dice mientras seca los restos de lágrimas que quedaron en su mejilla—. ¿Sabes? Todo esto que me has contado sólo me ha confirmado una cosa: Eres alguien increíble, Eimy —agrega de repente.

Frunzo el ceño.

"¿Increible? Yo no tengo nada de increíble" quiero decir, mas prefiero no objetar nada al respecto.

~•~

—¿Ocurre algo?

—No, todo está bien. ¿Por qué lo preguntas? —noto la confusión que se filtra en su voz.

—Bueno..., no han regresado aún y eso me parece un poco extraño. Pensé que sólo estarían unos días en Londres —menciono mientras veo cómo Lily observa detenidamente una flor que sostiene en su mano.

—Pensé lo mismo, pero las cosas aquí resultaron ser un poco más complicadas. Con Adrián y Eliud estamos tratando de resolver todo lo más rápido posible, pero aún nos faltan unas cuantas cosas que hacer para acabar con todoexplica. Escucho cómo toma un suspiro profundo al otro lado de la linea.

—Uhh... ¿Sabes? Aún no me han dicho qué asuntos eran los que tenían que resolver en Londres —comento con tono casual.

—No quiero aburrirte con esas cosas, Eimy —objeta, tratando de evadir el tema—. Nosotros nos estamos encargando de todo, ustedes no tienen nada de que preocuparse.

—Pero...

—Linda, lo siento mucho, pero tengo que colgar. Luego hablamos, ¿sí? Dale un gran beso a Lily de mi parte y trata de no pelear mucho con tu primo y con Keith. Los quiero. Adiós.

—Adiós, mamá —susurro, pero sé que ella no ha podido escucharme porque ya ha finalizado la llamada.

Eso no fue nada disimulado.

Ella definitivamente está ocultándome algo, y no sé por qué, pero presentó que ese algo es el causante de que ahora ellos estén en Londres.

No sé cómo lo haré, pero necesito saber qué es lo que están ocultando.

Princesa VampíricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora