Camino por el solitario lugar con la mirada al frente y los pensamientos hechos un caos en mi cabeza y me detengo cuando llego a mi destino.
Sin darme tiempo a pensar en nada más, miro el primer nombre: Ethan Zabala. Miles de recuerdos se agolpan en mi cabeza en ese momento.
Paso mi mirada por segundo nombre: Lily Zabala. Mis ojos se llenan de lágrimas.
Miro el tercer nombre: Eimy Zabala. El dolor me oprime con fuerza el pecho y un nudo se forma en mi garganta.
Paso una vez más la mirada por las tres lapidas que yacen frente a mí y me detengo en la última. Me acerco un poco más antes de cruzarme de brazos mientras muerdo un poco mi labio inferior.
El dolor que me escuece por dentro es indescriptible.
No creo que existan las palabras para explicar lo mucho que me duele saber que está muerta. No puedo explicar lo mucho que me duele estar aquí, frente a su lapida..., frente a las lapidas de los tres.
Hace ya una semana que ocurrió todo. Hace ya una semana desde que mi vida se convirtió por completo en un infierno.
Recuerdo que cuando logré salir del shock me acerqué lo más rápido que pude a ella. Susurró un débil «Lo siento» y luego ya no fue capaz de decir nada más. Recuerdo que grité y lloré mientras me aferraba a su cuerpo y me negaba a creer que ella había muerto. También recuerdo que tuvieron que cedarme porque Chris ya nos había advertido lo que sucedería si volvía a tener un episodio de aquellos que solía tener hace años.
Eliud me dijo que trataron de ir tras Alex, pero fue imposible hacerlo. Un grupo numeroso de vampiros recién convertidos atacó el edificio en el que se encontraban reunidos algunos miembros del Concejo y por esa razón todos tuvieron que olvidar a Alex e ir de inmediato al lugar para luchar junto con los del Concejo para derrotar a los recién convertidos. Obviamente eso fue obra de Alex; ese maldito monstruo lo tenía todo planeado.
Lo odio. Lo odio tanto...—Sé por qué lo hiciste —susurro con la mirada puesta en el grabado que forma su nombre—. Sé que estabas enamorada de él y por eso evitaste que la bala lo alcanzara... Diste tu vida para salvarlo porque él te importaba mucho, y lo entiendo. —Paso una de mis manos por mis mejillas para limpiar la humedad que las lágrimas están dejando en ellas—. Te entiendo, Eimy... pero aún así duele, duele muchísimo.
Aparto la mirada por unos segundos, durante los cuales intento tragarme el nudo que me obstruye la garganta.
—Si pudieras ver a Keith... Está completamente destrozado —digo en voz baja antes de devolver mi mirada al frente—. Lo vi llorar, ¿sabes? Lo escuché suplicarte que volvieras... Lo escuché decirte que habría preferido morir antes de perderte a ti y que su vida se convirtiera en un infierno —suspiro profundo—. Keith lleva una semana entera encerrado en su habitación. No quiere ver ni hablar con nadie..., no quiere seguir viviendo.
Lentamente me pongo de rodillas en el suelo.
—Necesito que vuelvas —un sollozo brota de mi garganta—. Necesito que regreses y acabes con este dolor que me atenaza el cuerpo entero. Necesito que vengas y te traigas a Ethan y Lily contigo para que los tres me den un motivo para no rendirme.
Sacudo la cabeza en una negativa y cierro los ojos con fuerza.
—Te juro que ya no puedo más.
Quiero empujar lejos de mí todas estas emociones que batallan en mi interior y lo destruyen todo. Quiero cerrar los ojos y desaparecer. Quiero acabar de una vez con toda la oscuridad que me rodea y me arrastra al borde de un abismo.
~•~
—... tampoco sabemos hacia dónde pudo ir. Desapareció por completo.
Parpadeo unas cuantas veces. Parece que hay mucho viento afuera porque puedo ver cómo las hojas de los árboles se mueven con brusquedad.
—Lo atraparemos. En algún momento lo haremos.
Frunzo un poco el ceño. ¿Por qué son tan grandes las ventanas de este lugar?
—¿Y qué pasará cuando lo hagamos? —inquiere—. ¿Qué ocurrirá con Alex cuando lo atrapemos?
Pensándolo bien, creo que me gusta el tamaño de las ventanas...
—¿Qué? —pregunto, saliendo de golpe de mis divagaciones y sintiéndome interesada en la conversación.
—Cuando atrapemos a Alex —dice Emma—, ¿qué pasará con él?
—Yo les diré lo qué pasará con él —me pongo de pie y me cruzo de brazos con aire severo—. Le arrancaré una por una cada parte de su cuerpo y luego le daré sus restos a los animales del bosque para que terminen de acabar con él —mascullo, con una determinación escalofriante.
—¿Qué? —un filo de miedo e incredulidad se cuela en el tono de la rubia al hablar—. Eso es...—Mucho menos de lo que se merece —la interrumpe Emma.
—Es muy inesperado viniendo de tu parte —termina de decir Taly, ignorando la interrupción de Emma.
Estoy a punto de decir algo, pero Taylor se me adelanta.
—Bleer..., ¿de verdad harías eso?
—¿Lo dudas? —cuestiono de inmediato.
—No... —Sacude la cabeza en una negativa—. No lo dudo, y eso es lo que más me preocupa.
—No tienes de qué preocuparte, Tay —digo, en voz baja.
La pelirroja abre la boca, dispuesta a decir algo más, sin embargo algo interrumpe su próxima acción.
Unos pasos apresurados resuenan en todo el lugar y, segundos después, Sherlyn, Alana y Kara entran a la sala de estar con expresiones preocupadas y temerosas.
—Chicas, ¿les ocurre algo? —pregunta Seth al verlas.
—Alex está totalmente recuperado —suelta sin más y siento como si me hubiesen golpeado con fuerza en el estómago.
—¿Cómo dices? —Eliud luce incrédulo y preocupado ahora.
—Utilizó más sangre de brujas para hacerlo —explica la gemela—. Planea atacar a la manada de lobos de Londres y acabará con todos si no lo detenemos.
—¿Tuviste una visión? —pregunta Emma.
Sherlyn no dice nada, en lugar de eso mueve la cabeza en un gesto asertivo.
Mis manos se convierten en puños a los costados de mi cuerpo en ese momento.
—¿Es que no se cansa de hacer daño? —pregunto entre dientes para nadie en especial.
—Hay algo más —añade Alana—. No será fácil vencer a Alex esta vez.
—Alex ha consumido demasiada sangre de bruja y gracias a eso su poder y fuerza han aumentado considerablemente —Sherlyn sacude la cabeza en un negativa—. Será muy difícil derrotarlo.
—¿Su poder es insuperable? —cuestiona Emma con asombro.
—Había alguien que superaba sus poderes... pero ella ya está muerta —susurra Kara y el filo triste y doloroso que se cuela en su voz no me pasa desapercibido.
Desvío la mirada al suelo y aprieto mi mandíbula con fuerza mientras siento como una punzada de dolor me atraviesa el pecho.
—Debemos avisarle sobre esto a Adrián —sugiese finalmente Adam, acabando con el horrible silencio que se había cernido sobre todos luego de las palabras de Kara.
—Sí, hay que hacerlo —Eliud asiente—. Sherlyn, Bleer, vengan conmigo; nosotros vamos a hablar con Adrián. Los demás prepárense, cuando regresemos nos iremos a Londres —sentencia y nadie dice nada al respecto—. No podemos permitir que Alex siga haciendo daño.
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Princesa Vampírica
FantasyUn encuentro no muy apropiado. Una rivalidad que se convierte en algo más. Una venganza jurada. Una chica vampiro con un carácter fuerte y un chico lobo arrogante y mandón. Sólo queda una interrogante: ¿Qué es lo que se puede esperar si sus camino...