A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)

Capítulo 6

Habían pasado 20 minutos desde que salimos del Studio de Jordan y estábamos manejando a carretera abierta, mientras sonaba a todo volumen Brooklyn Baby de Lana del Rey.

-Well, my boyfriend's in the band. -coreó Mateo tamborileando sobre el volante.

-He plays guitar while I sing Lou Reed. -cantaron Natalia y Alejandra juntas.

Yo cerré los ojos y solo me permití disfrutar de la canción que era tan hermosa que podía hacerte llorar.

And my jazz collection's rare, I can play most anything.

-I'm a Brooklyn Baby.-gritamos al unísono como desquiciados, opacando la voz de la cantante.

No podía explicar el éxtasis que me provocaba esto, en toda mi existencia había conocido a personas que les guste escuchar esa música, pero ellos se sabían cada álbum lanzado hasta entonces.

-Esta noche es nuestra. -exclamó Alejandra por sobre la música.

-Como siempre. -siguió Natalia.

-¿Emocionada? -preguntó Mateo alzando las cejas.

-Más que eso. -respondí un poco nerviosa, mi corazón no había parado su rápido latir desde el tatuaje, sentía que saldría de mi pecho.

En ese momento sonó el celular de Alejandra y ella contestó al segundo tono.

-¿Alexander?

-¿Ese idiota? habló Natalia eufórica y con una expresión de disgusto, Alejandra le hizo una mueca y posó su dedo índice sobre sus labios así que Natalia se cruzó de brazos enojada; Mateo le bajó el volumen a la música y su expresión se endureció.

-Si, vamos al 16/20's. ¿Irás? Estoy con los de siempre y una amiga nueva... -susurró, me acomodé en mi asiento y volteé a verla frunciendo el ceño.- Pero mi amor...

Se oyó un grito al otro lado de la línea causando que ella de un respingo de la impresión.

-Okay. -murmulló y colgó la llamada un poco decaída, como cuando a un perrito se le caen las orejas.

-Te gritó. -dijo Natalia mientras miraba a la ventana- Otra vez.

-Solo se puso celoso, yo no le conté que iba a salir. -lo excusó y volvió a guardar el celular en su chaqueta.

-¿Irá al 16/20's? Es que deseo romperle la cara. -admitió Mateo serio aferrándose fuertemente al volante.

-No irá. -murmuró.

-Gracias al cielo.

-¿Quién es ese Alexander? -pregunté algo confundida.

-Es mi novio.

-No debería serlo. -dijo Natalia.

-La apoyo. -afirmé de inmediato- no quiero ser aguafiestas pero lo oí gritarte hasta acá.

-A veces se pone así de celoso, no se preocupen ¿vale? Hablaré con él al respecto.

Los tres suspiramos no tan convencidos pero lo dejamos pasar; yo no podría imaginar que un hombre sea capaz de levantarme la voz, ni siquiera mi padre ha hecho como para que venga un pejelagarto a gritarme.

-¿Cuánto tiempo llevas con él?

-Un año y medio.

-¿Y siempre ha sido así?

-Pues, no. -admitió- desde que cumplimos el año se ha vuelto un poco controlador.

-¿Y si llega a pegarte?