Capítulo 14

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Narra Adam:

Vamos Adam, no la puedes cagar ahora, no con ella. 

Me encontraba fuera del colegio de Fiorella, estaba tan nervioso, no creí que pudiera borrar aquellas faltas pero se lo había prometido, aparte no deseo que la castiguen, anhelaba nuestra cita desde el día en que la vi. 

Toqué el timbre del colegio y un señor bajito se asomó por la ventanilla.

-¿Si? -dijo.

-Vengo a pagar la pensión de mi hermanita. -hablé nervioso, él desapareció y se abrió la puerta instantáneamente, dejándome pasar, caminé por la larga cancha de baloncesto en la cual se encontraban practicando algunas chicas, las cuales me miraban sin disimulo causando que me incomode. 

Al estar cerca de las oficinas, siento que me tocan la espalda y volteo, detrás mio habían tres niñas que parecían que me miraban desde el suelo, eran demasiado bajitas.

-Hola, ¿quien eres? -pregunto una de ellas.

-¿No soy yo el que debería de preguntar eso? -reí.

-Es que no te hemos visto por aquí. -dijo la que estaba a su derecha.

-Tienes ojos bonitos. -hablo la ultima, las otras dos la aniquilaron con la mirada.

-Ammm, ¿Gracias? -dude alzando una ceja- Un placer hablar con ustedes.

Aceleré el paso hacia la secretaría para que ellas no me detuvieran, subí las escaleras y entré a una pequeña oficina, dos mujeres se encontraban detrás de unas computadoras y mas allá había un señor revisando unos papeles, ahora tenía que saber donde se encontraban el registro de faltas.

Una de las secretarias se percató de mi presencia y sonrió.

-Buenos días. ¿En qué lo puedo ayudar? -preguntó cordialmente, yo tragué saliva.

-Buenos días. -tartamudeé- vengo a... -empecé, desvié mi vista alrededor de la habitación y logre ver a un chico bajito de lentes, lucía apurado, sostenía una carpeta manila que decía ''Fiorella Elizabeth Ramos Belasquez''- ¡Oye! -llamé y él me miró sumamente asustado.

-¿Si? -preguntó pálido. Me acerqué a él hasta quedar frente a frente. Lo reproche mentalmente ya que estaba a simple vista su carpeta.

-Tu debes ser Camilo, sígueme. -ordené y él asintió con tanta rapidez que casi se le cayeron los lentes, salimos de la oficina y sin rumbo, caminé por el colegio mientras él me seguía, las tres niñas me seguían con la mirada desde las gradas en las que estaban sentadas y les sonreí, me daban gracia sus rostros cómicos. Entré al baño de hombres y abrí cada puerta para ver si alguien nos escuchaba, por suerte todo estaba vacío.- Dame la carpeta de Fiorella.

-¿Y tu quien eres? -preguntó incómodo.

-Soy... Un amigo de Fiorella. -Ojala fuera algo más- Me pidió que borre su expediente sino la mamá la matara y ni tu ni yo queremos eso. -él asintió con la cabeza, le gustaba Fiorella, bueno es obvio ¿Quien no lo haría?

-¿Qué harás con las hojas? 

-Lo quemaré o lo enviaré a otro país, solo hay que evitar que se lo comuniquen a su mamá. -respondí sin rodeos, entonces él buscó rápidamente entre los archivos y sacó 6 hojas, me las extendió.

-Esas son las faltas y las acusaciones de fuga, su historial queda limpio de esas notas así que no podrán informarle a su mamá de esto. -dijo mirando al suelo, agarré los papeles y los revisé, si eran las faltas que le iban a decir a su mamá.- La psicóloga aún no le ha dicho lo de sus calificaciones que han bajado y espero que no recuerde las acusaciones de fuga y faltas, te sugiero que le digas que se esfuerce en este parcial porque estaría propensa a perder el año...

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora