Capítulo 27

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-¡Correspondencia! -gritó Natalia apareciendo inesperadamente en el ventanal de mi cuarto con una hoja en su mano, agitándola en el aire como si fuera un abanico, descendió sobre mi cama y me extendió el paquete dirigido a mi nombre.

-Señorita Ramos. -dije en tono señorial y ambas nos reímos.

-¡Ábrela! Que solo me dieron la tuya porque a Mía se le quedó en casa las nuestras -insistió, refiriéndose a Alejandra y a ella, cruzó sus piernas y juntó sus manos.

La invitación extremadamente formal color crema y de encaje en los bordes informaba sobre la fiesta de despedida del queridísimo Adam Mora, y en el interior contenía:

-Horario y datos del lugar de la fiesta.

-Un sobre para poner la cantidad asignada de $15 dólares que se necesitaba para asistir a la tan esperada party.

-Y no podía faltar el código de vestimenta SUMAMENTE formal para la ocasión (vestido largo para mujeres y terno para los hombres).

¿Por qué tanta etiqueta y elegancia?

Natalia y yo estábamos llorando de la risa en el suelo de mi habitación por todas las indicaciones que llevaba la carta, Vanessa se había esmerado demasiado en impresionar a Adam.

-Repítelo por favor. -suplicó Natalia abrazándose a si misma y riendo fuertemente.

Empecé a toser para afinar la voz y anuncié:

-Vanessa Prada tiene el honor de invitar a usted a la nostálgica despedida de Adam Mora, miembro fiel del 16/20's que cumplirá sus sueños en el extranjero. -me reí por lo bajo y seguí.- El lugar citado será en el salón Altamar, (Sur de Guayaquil), a las 11:30pm, por favor ser puntual.

-¿Eso queda por aquí? -preguntó Natalia arqueando una ceja.

-Me imagino. -respondí encogiéndome de hombros.- Adam Mora agradecerá su contribución económica de $15 dólares por persona, requisito obligatorio para poder ingresar a la fiesta. -puse énfasis a la última frase.- contaremos con una barra libre de toda clase de bebidas y buffet a la mitad de la celebración.

-¿Tú crees que la zorra ha hecho eso antes? -ella señaló el sobre.

-De seguro tiene canas en...

-¡Mal hablada! -saltó de espaldas hacia la cama y volvió a carcajearse.- Es tán cómico esto, iría solo para tener la excusa de ponerme un vestido hermoso pero primero: no deseo opacar con mi belleza celestial y segunda: nunca te dejaría sola en ese día.

-Y te agradezco en el fondo de mi oscuro y solitario corazón. -dije poniendo una mano sobre mi pecho.

-¿Qué dices si vamos a cortarnos el cabello? -sugirió mientras veía una revista que se hallaba sobre mi repisa.

-¿Quieres ir? ¿Cómo así?

-Es que quiero cortarme las puntas, eso es todo y que me peinen, pero si tu deseas un corte más extremo yo invito y de paso compramos pijamas para la pijamada del Jueves. -explicó, cuando ella sonrió sus ojos se achinaron.

-Claro pero ¿Podemos llevar a Alberto? No quiero dejarlo solo todos los días.

-Está bien, es emocionante que el también vaya a la pijamada con nosotras aunque solo jugará con el hermano de Alejandra.

-Es que le agrada, han sido amigos desde el 8/12's, ¿quieres almorzar antes de salir? Adelina es la mejor cocinando.

-Por favor, he deseado pobrar su comida.

Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras.

-Los brownies que les di la otra vez eran hechos por ella.

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora