Capítulo 46

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Joseph empezó a palidecer frente a mi y yo traté de esconder mi rostro en su camisa, nos habían atrapado en el peor de los escenarios, no solo nos expulsarían definitivamente sino también nuestros padres nos matarían, mi mamá me enviaría a un convento de monjas donde estaría alejada de cualquier ser del sexo masculino y no estaría en contacto con el mundo exterior o peor aún, me mandaría a vivir con mi papá, a Joseph lo pueden estar castrando por hacer semejante espectáculo en los salones del colegio.

Permanecimos inmóviles en nuestra comprometedora posición durante muchos segundos esperando un milagro pero la persona que había entrado necesitaba una respuesta y ninguno se atrevía a mover un músculo, ¿cómo podríamos explicar esta situación?

<<Profe, es que me resbalé y me caí encima de Joseph>>

<<Es que se le metió una basura en el ojo a Fiorella y una cosa pasó a la otra>>

<<Ah si es que me dió la hora caliente y decidí besarme con mi ex porque está bien bueno>>

No seas estúpida Fiorella, ¿qué clase de excusas son esas? nadie podría creerte en semejante postura donde estas abierta de piernas mientras tu ex te tiene agarrada de los senos. De esta no saldrás viva pero tienes que actuar, hacerte la desmayada o desarrollar un super poder capaz de hacer que la gente pierda la memoria.

Negué con la cabeza múltiples veces tratando de aclarar mis ideas en vez de estar pensando en babosadas y por más que trataba de buscar una solución o un escape solo podía digerir que estaba cegada por el miedo y la cobardía.

Me di miles de golpes mentales antes de asomarme a un costado de Joseph para ver quien nos había atrapado en una escena tan poco beneficiosa, sin dudas era la inspectora o alguna profesora chismosa, nos llevarían de las orejas hasta rectorado y moriríamos, cerré los ojos y suspiré derrotada, debía de afrontar mi error.

Antes de empezar a moverme Joseph me agarró del brazo y me miró asustado.

-Yo lo asumo. -su voz temblaba del nerviosismo, arrugué la frente confundida pero entendí que él quería dar la cara por los dos, era demasiado grave que me expulsen nuevamente y mi ficha estudiantil quedaría marcada de por vida, busqué en sus ojos alguna clase de explicación pero él los cerró y agachó la cabeza, preparándose para el balde de agua caliente que caería sobre su cabeza.

Cuando por fin tomó la valentía suficiente Joseph se separó de mi, dándome la oportunidad de ponerme de pie y recibir la reprendida pero cuando ambos levantamos la mirada hacia la pizarra solo hallamos a Michelle parada a un lado de la entrada del salón, con los brazos cruzados y arqueando su ceja izquierda.

-Si van a volver, al menos avisen para que alguien vigile el salón de los profesores, como presidenta del curso yo quedaría mal si los descubren a ustedes dos. -regañó en tono molesto causando que nos sobresaltemos por su voz, luego ingresó al curso directamente hacia su maleta donde urgó hasta sacar una carpeta roja.- Ahora si, continúen, mandaré a alguien para que los cubra.- dicho esto comenzó a caminar fuera del salón dejándolo en completo silencio, Joseph y yo nos quedamos quietos incluso cuando ella se fue, sin despertar del susto que nos ocasionó su abrupta presencia mientras pensábamos que esta vez nos habían atrapado.

De un salto me separé de él muy asustada por el infarto que estaba a punto de sufrir, no podía creer lo que había pasado, arriesgamos todo por ese beso, no podía siquiera imaginar ahora que hubiera sucedido si era algún maestro el que nos descubría.

-Gracias a Dios... -murmuré aliviada, llevé una mano a mi pecho para tranquilizar los latidos desesperados de mi corazón, levanté la mirada al techo del salón y pude respirar con tranquilidad, no volvería a hacer ese chiste de nuevo, comencé a caminar hacia mi maleta mientras le daba la espalda a mi ex novio, antes de agarrar mi mochila sentí que me rodearon unos enormes brazos.

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora