A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)

Capítulo 40

El domingo 13 de Noviembre nos encontrábamos contemplando el amanecer en el techo de la casa de Mateo mientras bebíamos vino blanco y hablábamos de trivialidades que nos provocaban carcajadas, fumamos varias cajas de cigarrillo y tomamos muchas fotos de esos momentos.

Viviéndolos como si fueran los últimos.

Me dio nostalgia pensar que este fue uno de los primeros lugares donde compartí con ellos, aquí supe más sobre los que ahora son mis mejores amigos, también en este mismo techo accedí a conocer el maravilloso mundo del 16/20's; tantas experiencias divinas han surgido de pequeños lugares que para muchos no significan la gran cosa, para mi estoy fue el inicio de grandes aventuras.

-¡Ya se acabó el vino blanco, traiganme el tintooo!. -comunicó Natalia riéndose, apoyó la cabeza en el hombro de su novio y cerró los ojos, no tardó nada en quedarse dormida, hemos estado toda la noche despiertos y ella ya estaba mareada, Mateo la miró de reojo y la acostó sobre su regazo, la cubrió con su abrigo de cuero y acarició su cabeza.

Andrew se acercó para sentarse junto a mí, pasó su mano por mi espalda para estrecharme contra él, había vuelto a nuestro grupo y tanto Mateo como Natalia lo aceptaron con gusto, en cambio Alejandra seguía manteniendo su distancia pero sabíamos de su emoción cuando lo volvió a ver.

-Es un hermoso amanecer. -murmuró cerca de mi oído y yo asentí con la cabeza, el sol estaba empezando a asomarse al otro lado de la ciudad, pequeños rayos de luz se desprendían cubriéndonos con su manto de calor, choqué mi cabeza con la suya y observamos como ascendía, sin decir una palabra ya que no eran necesarias, entonces oímos unos pasos y Alejandra se pone frente a nosotros, todos los rayos aparecieron detrás de ella provocando que pareciera un ángel divino y hermoso.

-Disculpa... -empezó a hablar.- Debo  decirle algo a Fiorella. -miró al suelo y juntó sus manos nerviosamente, entonces mi amigo torpemente se levantó sin despistar la mirada sobre ella y poco a poco se fue donde estaban Roger y Mía conversando; mi mejor amiga suspiró del alivio, se sentó frente a mí y me sonrió.

-¿No quieres ver el amanecer? -pregunté porque ella estaba dándole la espalda a la ciudad por verme a mi.

-Nah, no te preocupes, tenemos toda una vida para ver amaneceres o atardeceres más bellos que este. -respondió encogiéndose de hombros, agarró un mechón de su cabello y lo puso detrás de su oreja, sus mejillas se ruborizaron.- ¿Y? ¿Cómo estás?

-Dime que no viniste solo porque querías dirigirle la palabra a Andrew para luego botarlo.

-¡No! Nada de eso, sino que estas épocas me ponen nerviosa, hay que planificar todo, se viene el Summit y la Navidad y el Sled y todo.

-Lo sé pero querida, falta un mes o más para todo eso, debes de relajarte un poco. -estiré mi brazo y toqué su hombro para reconfortarla, ella movió su cabeza de lado y sonrió.

-A veces pienso que el mundo es demasiado bello. -confesó.

-¿Por qué lo dices?

-Pues, en mi infancia tuve una vida de mierda con el abusivo de mi padre pero encontré a Natalia y a Mateo, hemos crecido juntos desde los 10 años cuando estábamos en la escuela y jamás creí que mi mundo se centraría en ellos y su felicidad transformándose en el mejor de los paraísos. -explicó mientras sus ojos se iluminaban más que el sol, entonces me miró fijamente sonriendo.- Entonces te hallamos Fiorella, tu nos has completado y jamás lo creímos posible porque pensé que desde lo de Joseph, seríamos siempre los tres pero tu... Nos salvaste de todo eso.

-Alejandra yo no los salvé de nada, ustedes fueron los bondadosos conmigo y yo solo me colé a su grupo perfecto tumblr. -ella negó con la cabeza.