Capítulo 30 (Dedicado a mi hermano)

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Octubre empezó con los rayos de sol cayendo tenuemente sobre la cama de mi hermanito, donde descansaba plácido y tranquilo, mis amigos más cercanos y yo teníamos una gran sorpresa para él.

Hace 10 años nació la persona más adorable y querida en mi vida, aquel niño por el cual soy capaz de luchar hasta el fin del mundo.

Me acerqué hasta él y sacudí su hombro con suavidad.

-Mi vida. -le dije- Despierta por favor.

-¿Fiolella? -preguntó rascándose el ojo izquierdo.

-Levántate mi cielo. -pedí en un susurro, él se sentó en su cama y bostezó, miró a su alrededor con los ojos casi cerrados.

-¡Feliz cumpleaños! -gritamos desaforadamente, él saltó del susto pero luego nos vio y sonrió con emoción, Pablo le extendió el enorme pastel con muchas velas encendidas.

-Pide un deseo. -dije y mi hermanito asintió con la cabeza, cerró sus ojos por un momento y sopló.

-Gacias chicos. -dijo Alberto riéndose, contemplaba su pastel como si fuese una obra de arte, volteó hacia su mesita de juegos y allí encontró una pila de regalos, en su mayoría eran juguetes elegidos cuidadosamente por nosotros.- ¿Eso es pala mí? -preguntó asombrado.

-Claro que si Albertito. -respondió Alejandra.- De parte de todos con mucho amor.

-¡Gacias! -habló, se acercó a mí y me abrazó fuerte enganchándose desde mi cuello, sentí cosquillear mis ojos de la felicidad, luego me soltó y corrió hacia los regalos.

-Es una personita hermosa. -opinó Natalia mirando como abría todas las cajas con emoción.

-¿Te gusta? -preguntó Pablo agachándose a su lado, Alberto tenía en sus manos un camión de construcción repleto de muchas herramientas de plástico, mi hermanito asintió con la cabeza repetidas veces.

-¿Quieres pastel? -le pregunté sentándome en el suelo para reunir los pedazos de papel que dejaba en el piso.

-¡Si, pol favol!

Natalia y Alejandra empezaron a cortar el cake de chocolate, relleno de chocolate, con cobertura de chocolate, era una diabetes segura y el mayor sueño para un niño de 10 años, tardamos toda la noche haciéndolo, aunque nos la pasábamos riendo en vez de hacer el pastel.

-¿Cuales son los planes para hoy? -preguntó Natalia extendiendo un pedazo de dulce hacia mí.

-Nos espera un gran día por delante. -aseguré mirando a Albertito y él me sonrió- Iremos donde tu quieras...

-Estamos a tu disposición. -corearon mis tres amigos haciendo una reverencia medieval hacia Alberto y él aplaudió entusiasmado.

-Palque de divesiones. -gritó alzando sus brazos para que mi amigo lo cargue.

-Entonces allá iremos -respondió Pablo.

-Primero debe cambiarse de ropa, no irá en pijama de osito.

-Tienes razón, ven Albertito, te ayudaremos a cambiarte. -dijo Ale, le extendió una mano a mi hermano y Natalia los siguió, yo ya tenía armado su conjunto de ropa porque sabía que querría salir el día de hoy.

-¿Y el tarado de Andrew? -pregunté a Pablo cuando ellas se alejaron, él se encogió de hombros.

-Oye cuéntame bien eso de Adam, Natalia no quiso decirme es nada. -suplicó Mateo ajustándose su cabestrillo.

-¿Recién me preguntas? Ya han pasado como dos semanas y cuando ya lo había olvidado me vienes a mencionar el tema. -me quejé cruzándome de brazos.

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora