Capitulo 15

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Ya era miércoles, mi hermano estaba en su escuela y yo retome mis actividades en el asqueroso colegio. A regañadientes vine porque no deseaba empezar mi carpeta estudiantil con mas faltas que ya habían sido eliminadas por Camilo y por Adam.

Ahora le debía besos. Pero yo no deseaba verle el rostro, de hecho a nadie.

Empecé el día escuchando rumores de un chico atractivo, alto y de ojos verdes rondando por el colegio el día de ayer.

-Dicen las chicas de 10mo que era demasiado guapo y que unas atrevidas niñas se acercaron a hablarle. -comentó Michelle cuando hablábamos en la hora de receso.- Que él se espantó y se fue a la dirección, tal vez es familiar de alguien o un ex estudiante.

-¿Y tu lo viste? -pregunté curiosa.

-La verdad no lo creo, es que yo bajé a dejarle unos papeles a Camilo que le mando la miss de Lenguaje pero él se había ido con un chico alto a hablar, no le vi el rostro pero creo que era él aunque supuse que era su hermano mayor. -contó encogiéndose de hombros y yo di un suspiro de alivio.

Adam y yo habíamos quemado los papeles en una fogata y con eso, quemamos malvaviscos. Prometí que no faltaría sino fuera por una buena razón.

Y ahora me encuentro aquí, medio dormida en mi silla, escuchando la tediosa clase de Matemáticas, juré que no me fugaría si no fuera necesario pero no soportaba escuchar acerca de números y factorizaciones inentendibles.

Solo me faltaba un año y medio para poder graduarme del colegio, debía resistir, la idea de un sueño en Santa Monica me mantenía esperanzada.

-Solo imagínate recorrer los puentes y ver los fuegos artificiales sobre el mar. -comentó una vez Alejandra.

-Y comer crepes con chocolate. -opino Mateo.

-Sin duda debemos de ir. -culminó Natalia.

Entre los cuatro teníamos muchos planes juntos, viajar a tantos lugares mientras que el dinero y el tiempo nos acompañe era uno de los esenciales.

-Señorita Ramos. -interrumpió el hediondo viejo distrayéndome de mi sueño matutino.

-¿Si? -pregunté desorbitada.

-Pase a la pizarra y resuelva el ejercicio. -dijo en tono amenazante.

Debes estar bromeando.

Me levanté, agarré bruscamente el marcador y miré el ejercicio.

Mi rostro era un crucigrama ¿Cuando vimos esta clase de problemas?

Las matemáticas nunca han sido mi fuerte pero mantenía mis calificaciones pero ¿Esto? Va en contra de Dios.

-¿Qué espera señorita Fiorella? -insistió el profesor cruzándose de brazos.

-Ya va. -dije, con impaciencia, miré el ejercicio de ejemplo y parecían jeroglíficos. Aghhhh.

Imité el ejercicio pero con mis números, siguiendo el mismo proceso de dar varios valores a la función como 0, 2, 4; hasta sacar 5 resultados, como decía el problema de al lado, quemé mi cerebro hasta sacar varios resultados de X y de Y.

-Muy bien, ahora representelos en el plano cartesiano y diga si es o no inyectiva.

¿Inyectiva qué?

Ahora si estaba jodida, no había ningún plano cartesiano para guiarme, lo último que recuerdo de ese ejercicio es formar figuritas mientras unía los puntos.

-Ammmm, claro. -dije con aire de confianza.

Pegué mi cabeza a la pizarra, imaginándome los métodos de rendición y las consecuencias humillantes de este pero tuve una idea, sin que él se percatara, saqué mi celular y rápidamente busqué ejemplos de funciones y su determinación gráfica.

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora