Capitulo 17

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La desesperación me atacó, mi mano empezó a temblar causando que el celular se escape de mis manos y caiga sobre el escritorio provocando un ruido seco. Me acechó el terror y me acorralaron mil ideas en las cuales todas Mateo tenía un mal desenlace; no podía creer que el haya tenido un accidente de transito, él sabe manejar muy bien.

Dios... Natalia.

¿Qué estará haciendo? ¿Alejandra ya la llamó? Bueno creo que es obvio si ella es la novia, entonces ¿como reaccionó? ¿Mateo está bien?

Mi celular empezó a vibrar y en la pantalla se reflejo el nombre de Adam, con esfuerzo agarré el celular.

-¿Adam...? -tartamudeé con un hilo de voz, resistiendo las ganas de llorar o de entrar en desesperación.

-Ya me llamo Alejandra, debemos de ir al Hospital para estar junto con Natalia mientras esperamos para ver como esta Mateo.

-Pero no puedo dejar solo a Alberto en la casa, mi mamá aún no llega. -respondí con enojo.

-Ya hablé con Mía y ya estamos yendo a tu casa, ella se quedará cuidando a Alberto hasta que llegue tu mamá, de allí nos alcanzará en el hospital. -su voz sonaba alterada aunque trataba de mantener la calma, lo visualicé tecleando un piano imaginario sobre el volante como signo de nerviosismo e impaciencia.

-Claro... Claro. -dije levantándome bruscamente de la silla, colgué la llamada y empecé a buscar ropa para cambiarme antes de que llegaran pero opté por un jean suelto y un abrigo blanco,fui hasta la habitación de mi hermano y me percaté de que estaba dormido, me quede junto a su cama hasta que escuché la bocina del auto de Adam, le di un beso en la frente en forma de despedida, corrí fuera del cuarto bajando velozmente las escaleras, agarré las llaves de la casa que estaban en el mesón de la entrada y salí.

Mía venía a paso rápido hacia la puerta principal y le lancé las llaves.

-Te suplico que lo cuides. -rogué, ella tenía un aspecto de haber llorado pero asintió con la cabeza, me pareció injusto que ella tuviera que quedarse aquí con el corazón en la garganta sin saber como estará su amigo.

-Cuenta con eso. -respondió y siguió de largo hasta entrar a la casa y cerrar la puerta.

Caminé hasta el auto de Adam e ingresé, apenas me senté, él aceleró.

No intercambiamos ni una palabra hasta que llegamos al Hospital Calivar, bajé del vehículo sin esperar que estacione correctamente y corrí hacia el panel de información.

-Mateo Rodríguez. -dije casi gritando a la mujer que estaba frente a una computadora, me miró de reojo y tecleó mirando al monitor.

-Ingresado, en Emergencias por traumas corporales causados por accidente automovilístico, fue ingresado a quirófano por posible quebramiento en las costillas, no hay mas información al respecto -respondió con desinterés.

-¿Cómo que no hay mas información? -pregunté alterada, golpeé la mesa del panel y caminé hasta la entrada del hospital, tengo que calmarme, si actúo fuera de mis cabales son capaces de sacarme del hospital, entre los miles de defectos que tengo es la desesperación, siento que se me cierra la garganta y me resulta imposible quedarme quieta hasta tener una respuesta.

Me moví de un lado al otro en el pasillo frente a la entrada principal del hospital, contando los pasos sobre mis pies hasta que oí un grito familiar:

-¡Fiorella! - volteé y miré a una Natalia destrozada, con su cara llena de lágrimas y sus ojos completamente hinchados, cayó sobre mi cuerpo y la abracé, no podía imaginar lo que estaba sintiendo estos momentos.

A world without them. #1 (Un Mundo Sin Ellos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora