Capitulo Sesenta y Seis

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A la una, _______ estaba sentada en la terraza de su restaurante favorito. El área estaba sombreada por los robles que bordeaban la tranquila bocacalle. Algo que ayudaría a mantener la privacidad. _______ tiró de la camiseta que se le pegaba a la piel. Esperaba que el calor mantuviera a los mirones dentro del fresco interior del restaurante.

Diez minutos más tarde, Harry se abría paso por la puerta que daba a la terraza. Se giró e hizo un gesto con la mano. _______ frunció el ceño hasta que vio a un ceñudo Cal tras una de las ventanas.

—Insistió en estar presente por si me acosaban. Sin embargo, se quedará dentro. Esta comida es privada, sólo para nosotros. ¡Demonios, qué calor hace! —Se quitó la camisa de cuadros que llevaba puesta sobre una camiseta con brillantes y cegadoras letras azules que decía «La vida es una mierda», pero no se quitó las gafas de sol.

_______ suspiró, luego observó que la camarera se acercaba con dos vasos de agua.

—Espero que todo sea de su agrado.

La joven con unos pantalones cortos fingió no reconocer a Harry mientras tomaba el pedido, pero por la manera en que su cuerpo se tensaba de excitación y cómo lo miraba de reojo, estaba claro que no podía engañar a nadie.

—Un bocadillo de pavo con brotes y queso cheddar en pan de baguette y una cola.

Marchando, señor Styles. —Su voz sonó aguda por la emoción.

Intentando no poner los ojos en blanco, _______ pidió una ensalada de huevo con fruta. Luego, a regañadientes, la camarera les dejó en paz.

Tras una larga pausa, Harry tomó un sorbo de agua y después deslizó el dedo por el vaho del vaso.

—Gracias por reunirte conmigo.

—Será la última vez hasta que aceptes el hecho de que no nos vamos a casar. ¿Cómo se te ocurrió anunciar el compromiso sin preguntarme primero?

—Simplemente se me ocurrió. Ya lo habíamos hablado antes. Tú eres una buena influencia para mí, y no me gusta a dónde se dirige mi vida.

—Entonces cambíala —le propuso _______—. Pero yo no puedo hacerlo por ti.

Él la miró por encima de las gafas de sol. Aquellos ojos inyectados en sangre la miraron suplicantes mientras tomaba las manos de ella entre las suyas.

—Puedes ayudarme. Contigo soy más fuerte. Consigues que quiera ser mejor persona.

—Tienes que querer ser mejor persona por ti mismo. No puedes ponerme como una excusa para cambiar o no tu vida. Si lo que quieres es liberarte, despide a Ryan. Él sólo quiere que lleves una vida tan decadente como la suya. Olvídate de esas fiestas. Hazle caso a Cal. Puede que sea brusco y serio, pero intenta evitar que te autodestruyas. —A la vez que mantenía la reputación de niño malo de Harry, para vender montones de CD y descargas iTunes, pero eso era otra historia.

—Eso haré —le prometió—. Ves, eres tan lista que contigo puedo enfrentarme a todo.

—Pero eso puedes hacerlo solo. Sólo tienes que proponértelo.

Harry se quitó las gafas de sol para revelar una cara cansada y alicaída.

—No te culpo por no querer ayudarme. Me comporté muy mal contigo cuando viniste a la gira. No debería haberme tirado a la rubia de Ryan. Y el video… Dios, fui un mierda. Lo siento de veras. Pero es que me volvía loco de deseo cuando estaba cerca de ti, aunque no quería tocarte. Cada vez que lo pensaba o lo intentaba me sentía como un corruptor de menores o algo por estilo. ¿Cómo iba a corromperte? Eres demasiado inocente.

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora