Capitulo Sesenta y Uno

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Momentos después, se quedó inmóvil, como si las sensaciones de su cuerpo y las emociones hubieran sido demasiado abrumadoras. Se colocó en posición fetal y se hundió en el sopor. Luke bajó la mirada al darse cuenta de que en algún momento él la había tomado de la mano y que ella todavía lo agarraba con fuerza.

El rugiente climax que había envuelto el cuerpo de _______, había satisfecho a Luke, pero todas aquellas lágrimas… No era una coincidencia que los dos se hubieran corrido después de que _______ le hubiera dicho que ella lo amaba y él le hubiera confesado lo mismo. Y después, ella le había dicho que no deseaba ser compartida, pero había quedado claro que él no podía hacer el amor solo con ella.

—¿Nunca más qué? —preguntó Ash; parecía tenso. ¿Se refería a lo que creía que se estaba refiriendo?

«Maldición». Ahora llegaba la parte en la que tenía que ser honesto con Ash sobre algo que apenas podía aceptar él mismo.

Algo que lo cambiaría todo.

Luke suspiró.

—Sabes que te considero un hermano.

Una expresión de cautela y enojo apareció en los ojos oscuros de Ash.

—¿Sí?

—Te das cuenta de lo que pasa, ¿verdad? No podemos continuar haciéndole esto. _______ no quiere volver a ser compartida.

—¿Y qué… vas a follarla tú solo? —le desafió Ash—. ¿Igual que hace unos minutos?

«Bastardo observador ». Luke no tenía ni idea de cómo sería el sexo entre ellos a partir de ahora. Hoy se había demostrado más allá de toda duda que no era un hombre completo, que no podía hacer el amor con una mujer si no había otro hombre con ellos. Incluso aunque, como aquella mañana, Ash no la follara también. Sólo necesitaba la seguridad de que había alguien más con ellos…, por si acaso.

Ash continuó.

—Le has dicho que ibas a reclamarla para ti. ¿Cómo piensas hacerlo?

—Esas son palabras mayores, sabes que no puedo hacerlo solo. —Luke estaba avergonzado, sonaba tan tenso como Ash parecía—. Incluso así, esto de nosotros tres… tiene que parar.

—¡Maldita sea!

—Venga. Ella no vale para esto. ¿No te das cuenta?

—¡Yo lo necesito! Tú lo necesitas. ¿Qué diablos quieres que hagamos?

Luke estudió a su primo con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo necesitas tú? ¿Qué obtienes con ello?

—Ya basta. Yo no voy a tirarlo todo por la borda. Hasta hoy, _______ se ha portado maravillosamente con nosotros. Ha sido perfecta. Esto ha sido algo aislado…

—No lo es. ¿Acaso no has visto cómo lloraba a lágrima viva?

En lo más profundo de su corazón, Luke deseaba que Ash tuviera razón. Pero la realidad era que _______ probablemente se sintiera despreciada, incluso sucia, sabiendo que él la amaba pero que, a pesar de ello, permitía que su primo la tocara. Y él apenas podía soportar ver cómo Ash le ponía las manos encima.

—¿Qué coño ha pasado?

«Oh, aquí viene otra dura verdad». Luke contuvo el impulso de hacer una mueca.

—_______ me ha dicho que me ama.

—También me lo ha dicho a mí. —Ash no sonaba celoso en absoluto.

Justin estaba confundido.

—Yo también le he dicho que la amo.

—¿Acaso te ha dicho que sólo quiere estar contigo? —La tensa y amarga sonrisa de su primo le dijo a Luke que aquello podía ponerse feo.

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora