Capitulo Diecinueve

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Ashton se inclinó hacia delante para depositar un beso tierno y sensual en los labios femeninos, que aún tenían el débil sabor de los arándanos con que había condimentado la comida. Al otro lado de la mesa, Luke se puso tenso. Su tenedor repiqueteó en el plato. Ashton lo ignoró.

—Con nosotros dos cerca, no necesitas pantalones, ¿verdad que no, Luke?

Ashton cerró la mano sobre el hombro desnudo de _______ y se lo acarició suavemente, sin dejar de observar los duros pezones que se erguían contra la tela blanca del bustier y el calor peligroso que emitían los ojos de su primo.

—¿Terminaron ya de comer? —soltó Luke bruscamente, poniéndose en pie y cerniéndose sobre la mesa.

_______ se apartó y dirigió a Ashton una mirada de incertidumbre. Estaba realmente preocupada. Oh, oh, ¿qué diablos había pasado entre Luke y ella para ponerla tan nerviosa?

—Eso depende de _______. Podemos quedarnos aquí un poco más si lo prefieres, cariño.

Luke soltó la servilleta sobre la mesa.

—Si quieres que te enseñemos algo esta noche, gatita, es ahora o nunca. Tengo mejores cosas que hacer que quedarme aquí sentado charlando.

Ashton notó que _______ se tensaba bajo sus dedos. Oh, los fuegos artificiales estaban a punto de comenzar.

—Has sido muy claro y, como no quiero molestarte, será mejor que vaya sólo con Ashton a su habitación, tú puedes marcharte si quieres.

Alzando la barbilla, _______ se puso en pie y, a pesar de vestir una minifalda estampada y un bustier sin sujetador, pasó al lado de ellos con la altivez de una reina. La mirada aturdida en la cara de Luke no tenía precio.

Luke se dio la vuelta y siguió a _______ por el pasillo. Ashton se puso en pie y se apresuró a ir tras ellos. Quería que estuvieran irritados, pero no tan furiosos que se pusieran a discutir en vez de a follar.

_______ casi logró llegar a la puerta del dormitorio de Ashton antes de que Luke la agarrase, la empujara contra la pared y cubriera su cuerpo con el de él.

—Me comprometí a enseñarte todo lo que sé sobre los ménages, gatita. Y para eso son necesario tres. No voy a irme a ninguna otra parte que no sea a compartir la cama contigo.

Ella abrió la boca para protestar —o para soltar una réplica mordaz—, pero Luke se le adelantó con un beso abrasador, cubriéndole la boca con la de él, invadiéndola y devorándola. Maldición, sólo con verlos Ashton ya se excitaba. Observó cómo el tenso rechazo de _______ desaparecía bajo el empuje de la lengua de Luke contra la de ella. Gimió cuando una de las manos de su primo se deslizó por la espalda de _______ y se cerró sobre su trasero, levantándole las caderas hacia las de él.

No cabía duda, Luke quería penetrarla. «Perfecto».

Él apartó la boca, pero siguió cubriéndola con su cuerpo, apretándola contra la pared. Y se quedó mirándola fijamente, jadeando, como si hubiera estado corriendo diez kilómetros. No apartó la mirada.

Ashton se acercó a ellos y rodeó a cada uno con un brazo, empujándolos hacia la puerta del dormitorio.

—¿Por qué no entramos, nos desnudamos y nos ponemos cómodos para pasar un buen rato?

Por encima de él, Luke le dirigió a _______ una tensa mirada. ¿Qué demonios estaba pasando?

—Cariño, ¿estás bien? —preguntó Ashton.

_______ lo miró de soslayo antes de volver a mirar a su primo. En ese momento, tenía la piel ruborizada y los pezones como duras bayas tentadoras. Ashton decidió centrarse en un objetivo a largo plazo en vez de desnudar a _______ en ese momento.

_______ clavaba la mirada en Luke con una voracidad renuente. Luke se ponía más tenso a cada segundo que pasaba. «Muy interesante».

—Estoy bien —susurró _______ finalmente.

Esas palabras fueron todo lo que Luke necesitaba para pasar a la acción. Alargó la mano por delante de Ashton hacia _______. Le rodeó la cintura con un brazo y la atrajo contra su cuerpo. Con la mano libre le bajó las tiras del bustier por los hombros y le deslizó la prenda bruscamente por el torso, dejando los pechos y los rosados pezones hinchados expuestos a sus miradas hambrientas.

Ashton ya estaba duro antes, demasiado duro para su comodidad, pero aquella visión lo llevó a unos límites insoportables.

Luke le dirigió una mirada tan llena de frustración y necesidad sexual, que sus ojos resplandecían con la llama del deseo.

—Ahora.

Su primo no parecía dispuesto a esperar para tocarla y no iba a perder el tiempo indicando lo obvio. Y por mucho que a Ashton le gustara recrearse en una mujer, _______ tenía algo que hacía que Luke y él respondieran de manera inmediata, sin que ambos pudieran mantener la distancia necesaria para conducirse con paciencia.

Así que Ashton le dirigió a su primo un escueto asentimiento de cabeza.

Cuando se acercó a ellos, _______ estaba sin aliento, con los ojos muy abiertos y las pupilas dilatadas. La incertidumbre asomaba a su rostro, pero también una aguda necesidad, como si supiera que era demasiado tarde para detener la hambrienta seducción que su cuerpo estaba a punto de sufrir. Esa noche la llevarían un poco más lejos, la someterían a pruebas más duras.

El deseo le recorrió las venas como un buen vino.

Luke se colocó en el lado derecho de _______, mientras él ocupaba el izquierdo.

—¿Ashton? —susurró ella, buscando que la tranquilizara.

¿Sentiría ella la violencia apenas contenida que crepitaba en el aire? Apostaría lo que fuera a que sí. Y eso la asustaba y excitaba a la vez. Tenía buenas razones para tener miedo. En los diez años que Luke y él llevaban compartiendo mujeres, Ashton jamás había visto a su primo más ansioso y descontrolado. Tomaría todo lo que ella estuviera dispuesta a ofrecer. En ese mismo momento.

Y la presionaría buscando más.

El deseo de Luke alimentaba el suyo, y Ashton se sintió salvaje y deliciosamente excitado.

—Abróchate el cinturón, cariño —murmuró Ashton —, va a ser un viaje muy movidito.

Apenas había terminado la frase antes de que Luke se inclinara, ahuecando uno de los pechos de _______ con una mano mientras lo cubría con su boca. Ashton siguió su ejemplo, lamiéndole con la lengua el otro pezón. Deslizó los dedos suavemente por la curva de las caderas para contrarrestar los duros y afilados tirones que ambos estaban dándole a los turgentes pezones con los dientes.

_______ se arqueó hacia atrás jadeando. Se había puesto de puntillas como si estuviera tratando de absorber las sensaciones o de acercarse a sus bocas. Ella cerró la mano sobre el cabello de Ashton para atraerlo contra su pecho. Ashton recibió con agrado el tirón en su cuero cabelludo, y ella se aferró a él, indefensa ante la oleada de placer.

Las succiones y los voraces lametazos, junto con los fuertes jadeos de _______, llenaban el aire. Ella era perfecta. Con cada lametazo, sus pezones se endurecían cada vez más contra sus lenguas.

De repente, Luke gruñó a su lado:

—Sigamos con el plan.

Ah, el plan, el que habían estado ideando mientras _______ había permanecido recluida en la guarida preparando los exámenes. Todo ese tiempo Luke se había estado paseando por la cocina de un lado a otro, como si se lo comiera la impaciencia, mientras Ashton cocinaba.

A regañadientes, Ashton abandonó la almibarada perfección del pezón de _______. Ya tendría tiempo más tarde —toda una vida, si las cosas salían como él quería— tan pronto como aplacara a la hambrienta bestia que tenía a su lado. La verdad fuera dicha, pensar en lo que iba a ocurrir esa noche, despertaba también a su propia bestia interior.

Sabiendo que era demasiado pronto para eso, reprimió esos pensamientos.

Ante la pérdida de sus caricias, _______ gimió implorante. Ashton se arriesgó a mirarle los pechos. Tuvo que tragar aire. Sus pezones ya estaban de color granate, visiblemente hinchados y duros. La imagen casi hizo que se olvidara de los planes y quisiera pasarse la noche prodigando atenciones constantes a aquellos hermosos pechos.

—Ahora. —La impaciencia resonó en la orden de Luke.

«Tranquilo, chico, tranquilo». Ashton le dirigió a su primo una mirada de advertencia antes de volverse hacia _______. Con cuidado la ayudó a quitarse la minifalda y el tanga. Dios, era preciosa. Esbelta, pero con curvas. Atlética, pero sin resultar masculina. Lo suficientemente alta para ser grácil, pero no tanto como para parecer torpe. Era, simplemente, perfecta.

Ashton sonrió ante sus propios pensamientos y la tomó por los hombros.

—Cariño, la noche anterior queríamos que te acostumbraras a aceptar las caricias de dos hombres.

A pesar de los ojos aturdidos y las pupilas dilatadas, ella asintió con la cabeza.

—Lo sé.

—Bien. Muy bien. Esta noche aprenderás cuánto placer puedes darnos tú. Y será todo un desafío puesto que quieres seguir siendo virgen y aún no estás preparada para aceptarnos en ese dulce trasero.

_______ se quedó meditando, intentando descifrar sus palabras.

—No sé nada de sexo oral.

Él le acarició los hombros, tranquilizándola.

—De eso nos ocuparemos todos juntos.

Mordisqueándose los labios, ella asintió con la cabeza. Luego se pasó la lengua por el labio y la imagen golpeó a Ashton con otra oleada de pura lujuria.

A su lado, Luke parecía a punto de perder la paciencia… y el control. Ashton apoyó las manos en los hombros de _______ y la instó a ponerse de rodillas ante él. Ella se arrodilló lentamente, algo indecisa pero sin apartar la mirada de Luke. Ashton siguió la mirada de _______ y la imagen le provocó otra oleada de lujuria.

Suspiró. Suponía que eso zanjaba la cuestión de quién disfrutaría primero de la sedosa boca de _______.

EL CAP QUE SIGUE ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ¬U¬

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora