Capitulo Cuarenta y Ocho

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Luke agarró la cadera de ________ con la mano izquierda. La derecha, la deslizó hasta su sexo donde comenzó a trazar suaves y lentos círculos, rozando con la yema de los dedos el brote de su clítoris. La acarició hasta que ella se quedó sin aliento. Hasta que se aferró a las sábanas y un nuevo rubor le cubrió la piel pálida. Tras habérsele negado el clímax tantas veces, ella comenzó a implorar.

-Por favor, Luke. Ahora. Dios, ahora...

Volvía a estar a punto de correrse. Luke no iba a impedírselo esta vez. Colocó las manos sobre sus muslos abiertos, los separó aún más, y, apretando los dientes, empujó con fuerza en su interior. El canal de _________ cedió lentamente. Aunque Luke sentía el latido de su corazón en los oídos, el grito femenino se abrió paso en su mente. Pero no había vuelta atrás. Se deslizó dentro de ella. Luego la agarró por las caderas, las alzó hacia él e inclinándose sobre ella, introdujo su miembro un poco más. Por fin, estaba dentro. Por completo. Estremeciéndose, Luke se dio cuenta de que jamás se había sentido tan bien con una mujer. Era como estar en... casa. Antes de ________, no lo había echado de menos. Ahora, de una manera primitiva y elemental, Luke supo que ella era suya. Bajo él, ella se retorció sobre las sábanas blancas y lo observó con los ojos color avellana ahora verdes y brillantes por las lágrimas no derramadas. Quizás debería de haber ido un poco más despacio. La culpa ante su dolor lo inundó.

-Lo siento -gimió él.
-Ahora es cuando viene la mejor parte, ¿verdad? -jadeó ella-. Ni se te ocurra detenerte ahora.

___________ debía de haber perdido el juicio si pensaba que él podría retirarse en ese momento. Pero estaba resuelto a aliviar su dolor. Obligándose a permanecer inmóvil, a pesar de todo el esfuerzo que le costó, Luke hizo girar de nuevo las yemas de sus dedos sobre el clítoris de __________, aliviándola y enardeciéndola al mismo tiempo. Le llevó un momento conseguirlo, como si el cuerpo femenino se hubiera replegado ante la invasión de su miembro. A Luke le hervían los testículos mientras mantenía su miembro envuelto en aquella funda, pero no se movió ni un centímetro. Ash pareció comprender su propósito y se dispuso a ayudarlo acariciando los pezones de ___________ y besándola profundamente en la boca.

Poco después, Luke sintió cómo ella se tensaba en torno a él, apretándolo todavía más. Se estremeció y jadeó. La explosión era inminente. Ella, era asombrosa. Luke quería que __________ se corriera ahora... por si acaso el resto del coito era demasiado doloroso esa primera vez. Bajo sus dedos, los sollozos femeninos se convirtieron en gemidos. Los gemidos en súplicas, y, por fin, las súplicas en un grito espectacular de liberación cuando todo su cuerpo se arqueó hacia él, y su sexo lo apretó con un agarre desesperado, casi robándole el control y el semen. Dios, era hermosa así unida a él, despojada de cualquier brizna de control ante el placer...

Luke se tensó ante la promesa de éxtasis que tentaba a su pene. Apenas logró controlarse. Pero había esperado demasiado tiempo para estar dentro de ___________ para correrse a la primera de cambio. Ella había esperado demasiado para su primera vez y no iba a dejar que todo acabara en un santiamén. De alguna manera, tenía que conseguir que aquella primera vez fuera especial para ella. Memorable. Incluso aunque ella los abandonara después de que pasara el peligro, él quería que lo recordara. Quería formar parte de su corazón como ella formaba parte del suyo.

Cuando los estremecimientos del orgasmo remitieron y las paredes de su sexo lo acariciaron con lentas palpitaciones, Luke se retiró un poco, hasta que sólo el glande permaneció en el interior de la vagina, y luego volvió a penetrarla. Comenzó a marcar un ritmo lento y suave, pensado para deslumbrarla. Ella respondió desde el principio a sus caricias, jadeando, ciñéndose en torno a él, mirándolo con los ojos llenos de admiración.

- Luke. Tú...er... ¡Oh, Dios mío! -jadeó ella-. Ese roce es...
-Eso es, gatita. -Él también lo sentía. 

Sin el látex entre ellos, el roce piel contra piel los recompensaba con las sensaciones más asombrosas. Pero no se trataba sólo de algo físico; él podía sentir a ________ en todas partes, de todas las maneras posibles, dentro y fuera y quería que ella también lo sintiera.

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora