Capítulo Catorce

6.7K 128 2
                                    

Y, la verdad, tampoco podía centrarse en nada que no fuera el pulgar de Luke jugando todavía con su clítoris, provocando más latidos y palpitaciones, prolongando su placer hasta que la cabeza le dio vueltas, hasta que muy lentamente volvió a excitarse y se sintió dolorida de nuevo.

—Eso es —murmuró Luke.

Luego se inclinó sobre ella. Sin preliminares. Sin esperas. Sin advertencias, le rozó el clítoris con la lengua, repitiendo los mismos movimientos que había hecho con el pulgar.

Las sensaciones eran parecidas a las que había tenido antes, pero más intensas. _______ se sintió llena de necesidad, como si no se hubiera corrido antes. Sólo que esta vez, el placer era más fuerte. Su cuerpo estaba a punto de explotar, la boca de Luke parecía determinada a llevarla al éxtasis. _______ se correría otra vez. No esperaba otra respuesta.

Ella lo observó, la imagen de él dándose un festín con su clítoris era igual de excitante que el toque en sí. Al cabo de unos momentos, la pregunta a si se correría de nuevo se había transformado en cuándo. _______ sentía que su cuerpo se tensaba, que el placer aumentaba; abrió las piernas todo lo que pudo, invitando a Luke a que profundizara más, quería llegar al orgasmo ya.

—¿Cómo sabe? —le preguntó Ashton a su primo mientras le lamía el montículo de un pecho antes de llenarse la boca con un pezón y succionarlo sensualmente. _______ comenzó a jadear.

—Jodidamente como su nombre .. _______ —masculló Luke, lamiéndola una y otra vez, saboreándola—. ¡Cristo!

El deleite estaba presente en sus palabras. Le gustaba. No, Luke estaba gozando. Su voz áspera y desínhibidamente ronca se lo decía a _______. No iba a detenerse hasta que hubiera exprimido la última gota de placer que ella tenía.

Ashton se alzó entonces sobre ella, clavando la mirada en _______. El deseo le endurecía los rasgos. Peligroso. Depredador. No le gustaba sólo observar. Esperaba su turno.

El placer de _______ fue en aumento, subiendo, creciendo con cada lametazo hasta que su cuerpo se tensó de manera apremiante, hasta que ella sintió que él clítoris se hinchaba, latía, y se perdía en un orgasmo increíble.

—Mírame mientras te corres —le exigió Ashton.

_______ lo hizo, alzando la vista impotente hacia la decidida mirada de Ashton. Agarrándose a las sábanas, _______ se arqueó cuando el placer resultó abrumador.

—Ashton…

—Pronto, te lameré. Te succionaré. Y te volverás a correr.

—Sí —jadeó ella.

Luego la lengua de Luke le dio un golpecito en el clítoris, haciéndola perder el control.

—Oh, Dios… ¡Luke, ohhh!

El éxtasis arrancó un grito de su garganta mientras una explosión de colores, sensaciones y lava hirviente recorrieron cada nervio de su cuerpo. Ella se estremeció y convulsionó, con el cuerpo húmedo de sudor, con los músculos ahora tan líquidos como el agua.

Cuando se recostó en la cama, tratando de tomar aliento, luchando por recobrar el control, Luke levantó la cara de entre sus piernas, con la boca roja y mojada, y los labios apretados.

—Otra vez, gatita.

Y volvió a lamerla de nuevo.

_______ no quería decir que no, aunque tampoco tenía fuerzas para negarse. Estaba muy cansada tras dos orgasmos devastadores y Ashton aún no había tenido la oportunidad de hacerla volar hasta el éxtasis. Esperaba su turno. Y por la manera en que la estaba mirando, no iba a esperar mucho más.

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora