Capítulo 8

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Suspiré cambiando de canal. Eran alrededor de las ocho, tenía día libre de trabajo y Violet venía saliendo de la ducha. Cuando la vi, tenía una sudadera mía puesta, pero nada más.

-Llamaré al 911, ¡mi esposa me ha robado mi sudadera!

-Está bien. Si te molesta, te la devuelvo.

Me levanté con una sonrisa en mis labios. Abracé a mi esposa por atrás y enrollé mis brazos en su cintura. Podía sentir algo nuevo abajo, pero no podía decifrar de qué se trataba. Escondí mi rostro en su cuello e inhalé su dulce aroma que tanto adoraba.

-No decía eso, tontita. Adoro como se te ve. Dios, eres perfecta por donde te mire.

-No soy perfecta, es sólo que te gusto, y por eso, piensas que soy perfecta. Aunque no lo soy.

-Primero, claro que eres perfecta. Segundo, tú no me gustas.-sus ojos se llenaron de lágrimas.-Estoy enamorado de ti, que es aún más potente.

-Oh, basta. Me harás explotar.

-Te adoro, joder. Quiero que lo sepas y lo recuerdes.

Besé su mejilla para luego sentarme en nuestra cama y mirarla fijamente. Quiso acercarse, pero se lo impedí. Quedó a unos pasos adelante, pero alcanzaba a tocar sus piernas.

-¿Qué sucede?

-Quiero que...-carraspeé.-Eleves la sudadera, por favor.

Estaba casi seguro de algo.

-No podemos tener sexo.

-No lo digo por eso. Por favor... Creo que ocurrió algo de lo que no te has percatado del todo.

Se subió la camiseta hasta el inicio de sus pechos y suspiró. Ahí estaba, un pequeño relieve en la zona de su vientre. Un pequeño bulto. Cuando la abracé, sentí algo diferente, y ahora lo estaba confirmando.

-¡Oh Dios mío! ¡Se nota!

Violet bajó la mirada y cubrió su boca con una sola mano.

-¡Por fin se nota, Nate! ¡Ahí está nuestro bebé!

-Oh por Dios, es cierto.

Besé su vientre, causándole cosquillas a Vi. Así que, por ello, tapó su vientre de inmediato.

-No, no, no. No me hagas cosquillas que no me gustan.

-¿Ah no?

La tomé en brazos y la lancé en nuestra cama, destapando su estómago y haciendo cosquillas en él.

-¡Detente, NATHANIEL ARCHER!-gritó haciéndome reír.-¡NO ES GRACIOSO!

-¿Entonces por qué te ríes?

No respondió. Así que seguí con mi trabajo. Las carcajadas de mi esposa sonaban por toda la habitación.

-¡Verás quién es Archer! ¡Argggh!

Jadeé mientras paraba. Estaba encima de Violet, ella me miraba con una sonrisa dibujada en sus labios. La besé y me separé un poco, bajando a su vientre.

-Quiero dormir...

-Manicito, ¿me oyes? Espero que sí. Estoy muy orgulloso de que por fin te hayas dejado mostrar a Mami y a Papi. Te esperamos con muchas ansias, pequeño. Te amamos y no sabes cuánto te queremos ver.

Vi acarició mi cabello. Luego bajó su mano y acarició a nuestro bebé.

-Papá tiene razón, pequeño. Te amamos demasiado. Y yo más, pero no le digas a tu padre.

-Eso es mentira, bebé, no escuches a tu madre. Está loquita. Entre los dos, sabemos que te amo más yo.

-Le hablamos al bebé y ni siquiera nos debe escuchar. Todavía no tiene las orejas formadas.

-Entonces, quedará para la posteridad.

Reí sacando mi teléfono de mi bolsillo trasero. Abrí la cámara y le pedí a Vi que se parara enfrente mío.

-Muéstrame esa pancita, vamos.

Se colocó de perfil, mostrando a nuestro pequeño hijo y sonrió. Tomé la foto con ilusión.

-Estoy tan feliz de que se vea.-lo acarició mientras se acostaba.-Pronto será inevitable verlo. Quiero que llegue eso.

-Somos dos. Tengo el leve presentimiento de que me enamoraré de tu pancita. Uh, ¡quiero sentir una patada!

Ambos reímos, pero nos callamos al escuchar como alguien nos llamaba por Skype a través de mi computadora. La tomé entre mis manos y me acosté al lado de mi querida esposa para contestar. Rasqué mi cuello.

Era Taylor.

-¡Hey, Tay!

-Hola, Vi. Hola, Nate.-respondió sin ganas.-Quería preguntarles algo... Bueno, en realidad, son dos cosas.

-Adelante.

-Primero lo primero. Sé que estás embarazada también, ¿es normal... sangrar un poco?

Miré a Violet, esperando una respuesta. Podría pasarme todo el día mirándola. Pero eso no era posible.

-Eso no lo sé con exactitud, Tay. Digo, yo no sangré. Pero deberías verlo con tu ginecólogo de todas maneras. ¿No has tenido sexo con nadie, cierto?

-¿Con quién, Vi? Shawn ya está en la cárcel y yo no tengo a nadie más. Pero gracias por la ayuda. Mañana sacaré un turno.-sonrió.-Y lo otro... ¿Qué piensan con exactitud de lo que hablamos la semana pasada?

-Mira, Taylor...-dije yo ahora.-Es algo complicado. Shawn está en prisión. Y ninguno de nosotros que pases tu embarazo sola, pero Shawn debería pagar su sentencia.

-Es problema, es que debe estar un año ahí. Ya habré tenido al bebé a esas fechas. ¿Y si... aborto?

Mordí mi labio.

-Ahí es diferente. No creo que sea la mejor opción.

-De dinero, no tengo problemas. Es sólo que nunca me imaginé estar sola en esto.

-Hey, tranquila... Si lo que haremos no funciona, no estarás sola. Nos tendrás a nosotros.

-Así es, Taylor, además, ¡podemos ser amigas de embarazo!

Taylor se limpió sus lágrimas. Me daba pena verla así.

-Eso suena genial, chicos. Los quiero demasiado, y estoy muy agradecida con ustedes.

-No deberías estarlo. Para eso estamos los amigos, ¿no es así?-dije.-Ahora descansa un poco, que mañana será un día muy emocional para ti, Taylor. Tengo que ir a trabajar, por desgracia.

-Gracias, chicos. Te veo mañana, Vi, a las diez, ¿cierto?

-Así es.

Nos despedimos y luego Violet se aferró a mi cuerpo, cayó dormida en cuestión de segundos. Y mientras yo cabeceaba, me dediqué a acariciar su vientre. Sentirlo así de mío, todo cambiaba. Algo despertaba en mi interior, y podía sentir como mi corazón se hinchaba de alegría.

Desperté algo sobresaltado porque ALGUIEN (todos sabemos de quién se trata) movía mi brazo muchas veces. Abrí los ojos algo desorientado, era muy tarde. Podía ver por la ventana que todo estaba oscuro.

-¿Vi? ¿Estás bien?

-Sí, es sólo que... ¿Podrías prepararme un filete?

Sonreí. Aquí vamos, señores.

Dusk Till Dawn [WS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora