Capítulo 25

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Violet no había dicho una sola palabra en tres horas. Estaba sentada a mi lado en nuestra cama, en donde horas atrás, nos estábamos enrollando, pero tampoco lloraba.

-¿Viol...?

-Sh.

Noté como su rostro se contraía, sólo la llevé a mi cuerpo y la abracé muy fuertemente.

-Tranquila, Vi. Debes estar tranquila.

-Es que no puedo hacerlo, Nate.-sollozó.-Mi padre no está. No pude decirle nada, ni cuánto lo amo, ni lo que él significaba por mí...

-Pero él sabe todo eso. Las acciones dicen mucho más que las palabras, y tú adorabas a tu padre.

Sollozó fuertemente contra mi pecho. Por mi parte, no pude evitar acompañar a Violet con su llanto. Michael había sido un segundo padre para mí. Siempre... Estaba ahí, para que lo necesitaras. No me cabía en la cabeza que él simplemente ya no estuviera en el mismo mundo que nosotros.

-Emma no crecerá con su abuelo materno.

-Lo siento tanto, pequeña, de veras que lo hago. Michael fue muy importante en mi vida también. Joder, es que... Me cuesta asumirlo.

-Somos dos.

Nos quedamos dormidos abrazados en cuestión de minutos. Eran casi las tres de la madrugada cuando sucedió, estábamos cansados. En la mañana, una vez que despertamos, Jane nos envió por mensaje de texto, todo lo que necesitaríamos. De mi armario, saqué mi traje de color negro. Tomé una ducha y me lo coloqué junto a una camisa blanca. Violet estaba frente al armario arreglando su vestido. Su rostro no tenía una sola emoción presente, pero bajo sus ojos, se creaba una sombra roja.

No encontraba mi corbata.

-Vi, odio molestarte, ¿pero has visto mi corbata negra?

-En el segundo cajón.-lo señaló.-Ahí la puedes encontrar.

Le agradecí a mi esposa y fui en busca del accesorio. Una vez que la encontré, comencé a luchar con el maldito nudo. Gruñí molesto.

-¿Necesitas ayuda?

-Por favor.

Retrocedió unos pasos, hasta quedar enfrente mío. Le sonreí tiernamente, me devolvió el gesto pero algo apenada, y de cierto modo, la entendía. Sabía, en el fondo, de que no estaba de humor para nada ni para nadie. Una vez que terminó, sacudió los hombros de mi saco y besó mis labios por una sola milésima de segundo. Iba a darse la vuelta, pero la jalé de su brazo lentamente y puse ambas manos en su cintura.

-¿Qué?

-Gracias.

La besé lentamente, pero escuchamos los llamados de nuestra bebé. Sonreí.

-Yo voy.-ofreció. Pero negué.

-Vamos los dos a recibir a nuestra princesa.

Tomé su mano y caminamos hasta el cuarto de nuestra bebé. Al vernos, nos sacó una inmensa sonrisa a ambos. Nunca podría haber tristeza si Emma estaba con nosotros. Nos estiraba ambos brazos y reía fuertemente. La cogí en brazos, notando que su pañal estaba mojado y algo cargado. Hice una mueca.

-Creo que es hora de un cambio de pañal y un baño, princesita.

-Opino lo mismo, Papi.-imitó Violet. El timbre se escuchó.-Ese debe de ser Shawn.

Habíamos llamado a Shawn para que cuidara a Holly mientras nosotros íbamos al funeral de nuestro suegro. Violet luego tenía que ir junto a Et y su madre a ver las herencias. Mi esposa bajó a abrir la puerta mientras yo, con mi hija en brazos, sacaba un conjunto de ropa nuevo para ella. Fui hasta el baño, jugué con ella mientras la bañera se llenaba.

Dusk Till Dawn [WS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora