Capítulo 49

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Luego de tres años, las cosas han cambiado demasiado.

Shawn y Violet se dieron cuenta de que estar juntos era un completo error. Estoy orgulloso de ellos, costó demasiado, pero se logró.

Emma por su parte, cumplió diez años hace un par de semanas y verla crecer me hace doler el corazón pero a la vez, me llena de felicidad.

Anne y yo cumplimos tres años de noviazgo. Los mejores tres años de mi vida. Emma la adora, y puedo decir que ambas completan mi vida de una u otra forma. Aunque a veces tengo deseos de tener otro bebé, sé que Anne no está lista por su pasado. Algo que no contaré ahora mismo. Prometí que no lo haría y soy un hombre de palabra. 

Violeta me dio la custodia completa de mi hija y vivo con ella. La recojo de la escuela, jugamos juntos y cocinamos, algo que a mi pequeña le encanta.

-Papá, ¿cuanto es dos por once? No lo logro sacar.

Estaba haciendo su tarea.

-Eso es muy fácil, pequeña.-tomé asiento a su lado.-El número por el que multiplicas el once, se repite.

-No entiendo.

Reí.

-Por ejemplo... Ya sabes que uno por once, es once ya que cualquier número multiplicado por uno, da el mismo número. Por lo tanto, al hacerlo con dos, dejas dos dos. Así que dos por once, veintidós. Si fuera por tres, treinta y tres. Se repiten, ¿comprendes?

-¡Ahora sí lo hago! Osea, si fuera por cinco... ¿Cincuenta y cinco?

-Así es, pequeña.

Mi hija celebró, acaricié su cabello mientras le sonreía. Emma lo notó y me miro con una ceja alzada, al igual como lo hacía su madre.

-¿Que tengo?

-Nada, hija. Eso sólo que... Ay, no lo sé. Estás muy grande y me da pena. Todavía recuerdo el día que naciste. Eras tan pequeña, tan frágil y tan hermosa. Me aterraba tomarte en brazos, temía hacerte daño.

Emma sonrió mientras cogía mi mano.

-Extraño a Anne.

-Ya sabes que está de viaje.-mordí mi labio.-¿Sabes? Pronto será su cumpleaños y tengo una sorpresa planeada para aquello pero primero necesito saber tu opinión.

-Me parece justo, señor Archer.

La miré sorprendido.

-Señor Papá para usted, señorita Archer. Pues bueno, yo... Pienso en pedirle matrimonio.

-¿Es en serio?

-Por supuesto, pero es algo complicado. Me asusta hacerlo y no quiero hacer algo que tú estarás incómoda al final. ¿Crees que deba hacerlo, Em? ¿te gusta la idea?

Mi hija saltó a mis brazos y besó mi mejilla.

-Nada me encantaría más.

-Pues eso es un paso adelante. ¿Quieres que te cuente como pienso hacerlo?

Emma asintió así que comencé a contarle. Su expresión no me daba mucha confianza ni vibras de que le estaba gustando. A veces, amaba que Emma fuera tan crítica, pero otras veces, eso me llegaba a morder el trasero.

-¿Qué opinas?

-Sabes lo mucho que amo, Papi. Pero tu plan es algo bobo, ¿no es mejor en el lago?

Mi hija comenzó a elaborar otros planes los cuales, claramente, eran mejores que los míos. Al final, logramos elaborar tres planes, nombrados alfabéticamente. Esperaba que funcionara.

Con mi nuevo empleo, había ganado demasiado dinero, que nunca había tenido tanto en mi cuenta bancaria, así que me podría permitir usar unos miles de dólares para comprar un anillo hermoso.

Al día siguiente, antes de buscar a Anne en el aeropuerto, fui a buscar a Emma de su tarde con Violet. Ella se veía estupendamente bien. Llevábamos una relación magnífica entre los dos, algo que nunca esperé que llegáramos.

-¿Cómo ha ido todo con Anne? Em me contó que estuvo de viaje.

Asentí.

-Así es, en una hora debo recogerla en el aeropuerto. Y tengo noticias.

-Dispara, Archer.

-Le voy a proponer matrimonio.

Los ojos de mi ex esposa se cristalizaron rápidamente y me abrazó, logrando una reacción que sinceramente, no veía venir ni esperaba.

-Eso es estupendo, Nate.-sollozó.-No sabes lo feliz que me pone oír eso. Pido ser padrino, aunque no tenga sentido. Espero que tengas una vida feliz con ella.

-Yo espero lo mismo. Tengo mucha fe, y si no resulta, tendremos que trabajar en ello. Aunque no me gustaría tener dos matrimonios fallidos. Después otro y automáticamente me transformaría en Ross Geller.

-Te quiero mucho, Nate. Anne es muy afortunada de tenerte a su lado.

-Gracias, Vi. Yo también te quiero.

La abracé fuertemente como hacía tiempo no lo hacía. Tenía mucho afecto por Violet y aunque hubiera sido algo muy difícil, mis últimos sentimientos por ella habían desaparecido por completo. Por suerte. Ahora sólo me interesaba Anne. La amaba con mi alma.

Al día siguiente, sonreí en cuanto vi a la rubia salir por la puerta de embarque con una enorme expresión de felicidad en su rostro. Me acerqué a su cuerpo con rapidez y la besé en cuanto mantuve el mínimo contacto. Las flores que llevaba en mi mano salieron algo aplastadas, pero todo valdría la pena.

Por otra parte, ya había comprado el anillo de compromiso. Era precioso y sabía que le gustaría.

-Por Dios, Anne... No sabes lo mucho que te extrañé, maldición.

-Y yo a ti, cariño.

Le extendí las flores y sonreí. Creo haberla mirado de una manera especial, ya que después de olfatear el dulce olor, frunció el ceño sin dejar de borrar su expresión.

-¿Qué? ¿Qué tengo en la cara?

-Nada, hoy te ves hermosa.

Besó mi mejilla y le retiré el bolso que llevaba. Vi que tenía un sobre con nuestros nombres. Lo saqué sin que Anne se diera cuenta.

Normalmente, yo no haría algo así, pero el prominente Nathaniel Archer me hizo interesarme aún más.

Era unos papeles de la clínica.

La señorita Anne Huntington responde a la prueba de embarazo como POSITIVO. Semanas de gestación 3 aproximadamente.

La respiración se me cortó. Miré a mi futura con los ojos empapados en lágrimas y le sonreí puramente. No lo podía creer.

Ella miró el papel y se encogió de hombros.

-¿Sorpresa, cielo?

Dusk Till Dawn [WS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora