Capítulo 13

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En mi mano, sentí dos suaves y pequeños golpes de mi pequeña. Sonreí.

-Pequeña, no golpees a Papi. Tu pastel de chocolate ya estará lista en un momento.

Violet rió mientras llevaba a su boca un pedazo de pan. Escuché el timbre del horno, así que me coloqué guantes de cocina para poder sacar la bandeja. La quité y la deposité en la encimera de mármol.

-¿Cómo te has sentido últimamente?

-Um... Bien, supongo. He estado con dolor de espalda.

-Eso es normal, ¿cierto?

-Ajá, mi espalda no está acostumbrada a unos pequeños kilos más de un día al otro.-sonrió.-Aunque todo valdrá la pena.

-Así es, nena.

Saqué un cuchillo de donde guardamos los cubiertos, corté un pedazo y lo dejé en un plato. Se lo puse enfrente a Violet, quién comenzó a comerlo desesperadamente.

-¿Qué? No me mires así, estábamos hambrientas.

-No digo nada.

Levanté las manos, en señal de paz, mientras reía. Me senté al lado de mi esposa, para acompañarla a comer. Habíamos almorzado hacía unas horas solamente, eran las cuatro de la tarde. Hoy, se suponía que Kylie vendría a quedarse con nosotros, pero se había enfermado y tendría que su madre cuidarla.

-Hey, ya que Ky no vendrá y no quiero que estemos aquí todo el día, podríamos ir a comprar las cosas para la bebé. Ya sabes, pintura, ropa, una cuna, un cambiador... Todo eso. ¿Qué opinas?

-Pensé que nunca lo dirías. Iré a buscar mi abrigo.

Reí mientras la veía correr hasta la entrada. Fui hasta el baño, lavé mis dientes, guardé mi billetera y las llaves del coche. Fui hasta donde mi esposa se encontraba y la besé.

-¿Lista?

-Debo hacer pipí, primero.

La esperé unos dos minutos, para luego salir tomados de la mano. Abrí su puerta, rodeé el coche y me subí. Vi aplaudió emocionada.

-Estoy más que emocionada, de verdad. Quería hacer esto hace mucho tiempo, pero no te quería decir.

-¿Por qué, cielo?

-Tenías demasiado trabajo, al igual que yo. Ya llevo trescientas páginas escritas, me quedan ciento veinticinco.

-Wow. No sabes lo ansioso que estoy por leerlo. ¿Sabes? Podrías...

-No, Archer. No te daré un vistazo hasta que lo termine.

-Rayos. Al menos valía la pena intentar.

Violet rió, apoyó su cabeza en la ventana y suspiró. Cogí su mano, dándole un pequeño beso durante un semáforo en rojo.

-¿Todo bien?

-No.

Sollozó. Así que, preocupado, doblé en una esquina donde podía aparcar, me bajé del coche, abrí la puerta de Violet y la abracé fuertemente. Todo su cuerpo se encontraba temblando. Fruncí mi ceño. Mordió el hombre de mi chaqueta, ahogando un gemido de dolor. Cogí su rostro entre mis manos y jadeé.

-Violet, debes decirme que te ocurre, por favor. ¿Está todo bien?

-Tengo miedo, Nate.

-¿Es la bebé?-pregunté, pero negó.-¿Entonces qué ocurre?

-¿Qué pasa si no soy una buena madre? Cada vez que la siento moverse dentro de mí, hace que esto sea aún más real y no sé si pueda...

La silencié con un beso en sus labios, no podía seguir escuchando esto, sin que me doliera el corazón. Tal vez no éramos expertos, pero sabía, desde el fondo de mi corazón, que seríamos unos buenos padres. Haríamos que funcionara.

Dusk Till Dawn [WS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora