Capítulo Siete.

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Día seis.

La sensación de labios por todo mi rostro me hacen despertar.

Al abrir los ojos Jazmín y Ruggero tenían sonrisas enormes en sus rostros.

- Buenos días Karol -dijo Ruggero y Jaz besó mi mejilla-.

- Hola -salude a ambos y acaricié la mejilla de Jazmin-.

- Karol, tengo clases en un rato, ¿Podrías llevar a Jaz a la guardería? -preguntó Ruggero-.

- Claro Rugge - le sonreí y él asintió-.

- Katja irá por ella a la cinco, ya estarán aquí para esa hora -él se puso de pie y me besó en la frente-

Tomo a Jazmín en brazos, beso sus mejillas, la dejo de nuevo en la cama y salió hacia la universidad.

- Bueno Jaz, es hora de arreglarnos - me estire y la tome en mis brazos antes de entrar al baño-.

**

Me estacione frente a la guardería de Jazmín, cerré mi chaqueta y baje del auto.

Abrí la puerta de Jaz y la estabilice en el suelo antes de tomarle la mano para caminar.

Cuando llegamos a la puerta ella se giró y yo me puse de rodillas para estar a su altura.

- Jaz, tu mami vendrá hoy por ti ¿vale? -pregunté acariciando su mejilla-.

- Vale - se acercó y me estrechó en sus diminutos brazos-.

- Me encantó cuidarte Jaz, te quiero - besé su cabeza y ella sonrió-.

- Tamnien te quiero arol -ella se quitó su bolso, lo puso en el suelo y sacó un ramo con seis rosas, me lo tendió y sonrió.

- ¿Qué es esto? -pregunté sonriendo de lado-

- El tío Rule te las manda - me besó la mejilla y corrió hacia su guardería -.

Me puse de pie con una sonrisa de lado y mire atenta las seis flores rojas.

Si bien todo era una apuesta, Ruggero jamás se ha intentado pasar, de lo contrario, cada día hace que me guste más.

**

- Joder Ruggero, estoy en clases -susurré a Ruggero que me estaba llamando justo en una de mis clases-.

- Ya Se, lo siento pero necesito ayuda -dijo el agitado-

- Estoy ocupada Ruggero, trancare ahora mismo.

- Embaracé a una chica - dijo él en un susurró. Mi corazón se detuvo y me sentí morir, quiero decir, el chico que me gusta acaba de decirme que embarazo a otra.

- ¿Qué? -mi voz sonó quebrada y suave para que el profesor Robbins no me escuchará -.

- Es broma, no soy idiota, se me rompío el pantalón y necesito que me ayudes - dijo serio-.

- Vete a la mierda, llama a alguno de los chicos.

- Ya lo hice, me mandaron a la mierda, todos están en exámenes.

- Bien, ¿Qué quieres que haga? -pregunté-.

- Ve a mi casillero, allí hay unos pantalones, cogelos y me los traes al baño de chicos.

- Bien ya voy -tranqué el teléfono, anote rápidamente lo que quedaba en la pizarra y salí disparada del aula-.

Ruggero es un idiota...¿Quién le pone de clave a su casillero 1,2,3,4?

Treinta. (Ruggarol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora